Tegucigalpa, 1 may (EFE).- Los trabajadores de Honduras reclamaron este primero de mayo derechos que consideran les siguen siendo vulnerados, en una marcha que tuvo como protagonista principal a la presidenta de su país, Xiomara Castro, en San Pedro Sula, norte hondureño.
Los manifestantes, que volvieron a las calles dos años después de una ausencia forzada por la pandemia de covid-19, protestaron contra el alto costo de los alimentos, los combustibles y otros productos y servicios, mejor salud y educación, además de clamar por empleos y mejores salarios.
La mayor concentración de la clase trabajadora se registró en San Pedro Sula, la segunda ciudad más importante de Honduras, a la que regresó de nuevo Castro un primero de mayo, pero esta vez como presidenta del país, acompañada por el titular del Parlamento, Luis Redondo, mientras que su esposo, el expresidente Manuel Zelaya, lo hizo en Tegucigalpa, la capital.
«Aquí estamos nuevamente con la investidura que ustedes me dieron para servir al pueblo. Soy la primera trabajadora de la patria y me inclino en este primero de mayo ante ustedes, clase obrera y trabajadora de Honduras, motor de la historia, generadores de la riqueza nacional», dijo Castro en un discurso ante miles de trabajadores hondureños.
Este año, las marchas de los trabajadores difirieron a otras durante la Administración de Juan Orlando Hernández (2014-2022), que fueron disueltas con gas lacrimógeno por fuerzas antidisturbios de los cuerpos de seguridad del Estado en pleno centro de Tegucigalpa.
Castro felicitó a los hombres y mujeres de la clase trabajadora «por su dedicación, esfuerzo y empeño» con el que contribuyen «a la refundación de la patria».
Además, le entregó a un representante de la clase trabajadora un decreto mediante el cual se derogó una ley de empleo por hora, creado durante la Administración de Hernández, por considerarlo lesivo para los trabajadores.
ESFUERZO POR SALIR DE LA CORRUPCIÓN Y EL NARCOTRÁFICO
La empresa privada no ha estado de acuerdo con la derogación de ley de empleo por hora, porque considera que miles de trabajadores perderán el empleo que tenían, aunque ganaran poco, en un país donde el desempleo y subempleo afecta a unos dos millones de hondureños, según analistas.
La presidenta de Honduras también resaltó que su Gobierno está «haciendo todos los esfuerzos para salir de esta época oscura, de corrupción y narcotráfico».
Añadió que como mujer presidenta y comandante general de las Fuerzas Armadas, no escatimará esfuerzos en la lucha por la justicia y lograr un desarrollo con mayor eficiencia, justo y solidario.
«Construiremos paso a paso el desarrollo equitativo, invito a la clase trabajadora y a la empresa privada a que nos acompañen en este esfuerzo», recalcó Castro, quien asumió el poder el 27 de enero.
En el esfuerzo para desarrollar el país, Castro dijo que se requiere de la participación de todos los hondureños, ya que «sus talentos y sus habilidades son necesarios para vivir con dignidad».
La mandataria también anunció un acuerdo con las Fuerzas Armadas para instalar tres batallones verdes, con más de 2.000 soldados, para que se dediquen a la protección de los bosques y aumentar la producción de oxígeno.
A las mujeres hondureñas, Castro les prometió que defenderá sus derechos y les pidió que «confíen» en ella.
«Viva la clase trabajadora del mundo, hasta la victoria siempre», cerró diciendo la mandataria hondureña.
En San Pedro Sula también hubo consignas contra el expresidente Hernández, quien el 21 de abril fue entregado en extradición a Estados Unidos, país que lo acusa de tres cargos asociados al narcotráfico y uso de armas.
En la marcha, entre otros motivos alegóricos, figuró un avión elaborado con materiales reciclables de la Agencia Antidrogas de los Estados Unidos (DEA), con la sigla en la cola, mientras que en un costado se leía «Pronto regresará», en alusión a otros hondureños que el país del norte estaría solicitando en extradición.
«LA DICTADURA SIGUE AQUÍ», DICE EXPRESIDENTE ZELAYA
En Tegucigalpa, el expresidente Zelaya participó en la marcha de los trabajadores, y en un discurso, en alusión al exgobernante Hernández, señaló que «cayó la cabeza de la dictadura, pero la dictadura sigue aquí en Honduras».
«Se lo llevaron los imperialistas, se llevaron la cabeza del cartel, pero el cartel sigue aquí en Honduras», enfatizó Zelaya, quien fue derrocado mediante un golpe de Estado el 28 de junio de 2009 cuando promovía reformas constitucionales.
Añadió que el modelo privatizador del agua, de la energía eléctrica, de todos los fondos públicos, las actividades humanas y el modelo privatizador, «sigue montado en Honduras».
Señaló además que «los enemigos de Honduras están aquí» y que «hay que buscarlos y combatirlos para que el pueblo gobierne en el país», y que la presidenta Castro está cumpliendo con todo lo que prometió cuando era candidata presidencial.