Uno de los temas que es común en la vida cotidiana y que vincula las necesidades con la pertinencia de contar con normas que regulen esa actividad, es el crédito. Esta es una forma de financiamiento cuando no se cuenta con la liquidez económica para hacer frente a una necesidad o imprevisto que como tal no estaba programado y por su eventualidad, en muchas ocasiones, se requiere de usar recursos económicos emergentes. O también puede ser que requiera una cantidad económica para solventar algún proyecto de inversión o consolidación de un patrimonio.
Es por ello de que te proponemos el consejo de los expertos como por ejemplo en este artículo de eldinerorapido.mx sobre cómo pedir dinero por internet y así tengas la oportunidad de aprovechar los recursos globales y digitales para la adquisición de la liquidez económica para invertir, comprar o solventar la eventualidad no prevista.
De lo que no hay ninguna duda como tampoco objeción, es que por las características económicas y de mercado de nuestra sociedad se recurre al crédito como una forma viable para conseguir el dinero que se requiere.
En el mundo tecnológico y globalizado, los mecanismos para la obtención de créditos también se han digitalizado y por ello se vuelve mucho más accesible para cualquier usuario.
Lo más importante a considerar siempre que se adquiera de un crédito, es que conlleva de manera directa la responsabilidad de hacer el pago de la cantidad más los intereses que se generan a favor del acreedor, que viene siendo su ganancia por poner su propio dinero a circular y en beneficio de los deudores.
Un tema que preocupa a muchos preocupa por ambas vías, tanto por quienes prestan dinero como los que reciben el beneficio, es la posibilidad de caer en moratoria, es decir, no pagar en tiempo y forma el crédito. Como consecuencia se aumenta a la deuda principal de los intereses por la mora que aumenta conforme pasa más tiempo sin el pago, así como también, de los cobros de las acciones de cobranza.
Sin embargo, según un estudio de la prestigiosa publicación Expansión, «en los primeros tres meses de 2019, el crédito al consumo fue el que más redujo su morosidad al pasar de 4.5% en 2018 a 4.3% este año».
Una de las consecuencias del pago en tiempo y forma es la consolidación de una imagen de buena paga que nos puede ayudar a obtener mejores beneficios o promociones que nos permiten adquirir más recursos económicos.
Lo que es necesario considerar, de acuerdo con una opinión generalizada, es que procuremos que el monto a pagar de un crédito no sobrepase del 30 por ciento del ingreso de una persona. Esto con la finalidad de no comprometer los activos y el riesgo de caer en la morosidad que nos termina afectando en las posibilidades de mejores créditos o beneficios.
Pero se insiste en desmitificar la presunción de que si una empresa no cobra el crédito no hay ninguna obligación por parte del deudor en el pago de este. La obligación la tiene el deudor, seamos claros y precisos en esta idea.