Integrantes de la Comisión de Agricultura y Sistemas de Riego se reunieron con Octavio Jurado Juárez, representante de la Asociación Mexicana de Secretarios de Desarrollo Agropecuario, quien solicitó a los legisladores fortalecer la inversión interna en el campo y no utilizarlo como moneda de cambio en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
El presidente de la comisión, diputado Germán Escobar Manjarrez (PRI), explicó que el objetivo de la reunión fue conocer el impacto del TLCAN en el país, sus beneficios y perjuicios, así como los avances en su renegociación.
Queda claro que este tratado comercial fácilmente puede romperse, “tanto a ellos como a nosotros nos ha ido bien, y vemos que el presidente de Estados Unidos, ya no está en la misma postura”, dijo.
Aseguró que las hortalizas son el producto agrícola que más se vende al país del norte, cuyos agricultores durante siete u ocho meses no pueden sembrar nada, entonces están obligados a comprarlas a México”.
Advirtió que si ellos aplican un arancel a los granos, también nuestro país podría hacerlo y “meter presión con la opción de traerlos de Brasil o Argentina, que también están a los mismos precios y son competitivos”.
Planteó solicitar al secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), José Calzada Rovirosa, un encuentro para conocer “qué se está haciendo y se hará en este tema, a fin de tener un posicionamiento integral.
En la reunión, el diputado José Hugo Cabrera Ruiz (PRI) refirió que hay voces distintas respecto al escenario que estamos viviendo y específicamente en torno al TLCAN.
Cuestionó si realmente conviene derogar el TLCAN o analizar los rubros donde nos hemos visto en desventaja. “Hay aspectos donde se gana, pero realmente hay puntos donde podríamos, sin el tratado, ser más libres y ver hacia otros horizontes”.
El diputado Evelio Plata Inzunza (PRI) señaló que la renegociación convoca a que todas las fuerzas políticas se unan para una agenda importantísima que permita fortalecer todos los productos del campo, ganaderos y agroalimentarios, “porque existe el reclamo de los productores de que el TLC no les favoreció”.
Subrayó que se debe revisar la Ley de Desarrollo Rural Sustentable y todo el marco jurídico que integra la agricultura y todas las actividades agroalimentarias de nuestro país, para buscar que esta crisis genere oportunidad.
Por su parte, el diputado Jorge Alejandro Carvallo Delfín (PRI) indicó que la revisión del tratado pone a la comisión en focos rojos, pero sobre todo con “una enorme inquietud de conocer dónde estamos parados”.
Estimó que se podría hacer un exhorto para que todas las instancias involucradas se concentren y pudiéramos tener la certificación de nuestros productos, para que no se tenga otro pretexto más frente a la revisión del TLC. Además, dijo, se debe evaluar qué se gana y qué se pierde y qué va hacer México frente a las regulaciones del tratado.
En su exposición, Octavio Jurado Juárez, representante de la Asociación Mexicana de Secretarios de Desarrollo Agropecuario, señaló a los legisladores que en el campo no se ha generado una política pública consistente, ya que los programas nacen y mueren cada año, colocando al país en desventaja frente a Estados Unidos y Canadá.
Recordó a los legisladores que el sector agropecuario fue una moneda de cambio en la primera negociación del TLCAN, ya que sin el pago de aranceles por parte de Estados Unidos, se abandonó la producción interna, es decir, “no hicimos la tarea”.
Destacó que México tiene una gran diversidad climática, lo cual es una fortaleza del sector; sin embargo, lo que se requiere es impulsar el desarrollo regional.
Jurado Juárez apuntó que México posee el 18 por ciento de los bosques del mundo y el 12 por ciento del suelo cultivable del planeta; además, representa el 30 por ciento de las reservas del carbón, lo que hace del país una potencia del TLCAN en materia energética.
Resaltó que el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Canadá y México genera más del 50 por ciento del intercambio mundial de mercancías que se da a través de las cadenas integradas en toda la región.
De igual manera, a partir del TLCAN el Producto Interno Bruto (PIB) global de la región creció un 145 por ciento y el comercio se incrementó un 242 por ciento, mientras que los flujos de inversión extranjera se elevaron un 670 por ciento.
En Estados Unidos, se generaron gracias al tratado comercial, más de seis millones de empleos y México ha instalado en Norteamérica cerca de seis mil 500 negocios, en donde se emplea a más de 122 mil personas.
Asimismo, la mano de obra migrante genera a los estadounidenses más de 19 mil millones de dólares anuales, mientras el sector manufacturero cerca de 75 mil millones de dólares.
Consideró que en la eventual renegociación de TLCAN, México debe sugerir un formato aduanal único y temas como la movilidad humana, innovación tecnológica y educación, dándoles la importancia que merecen.
América del Norte tiene un comercio del siglo XXI con un marco regulatorio del siglo XX y una infraestructura del siglo XIX, por lo que con estas características difícilmente podrá ser competitivo en el mercado que existe hoy, advirtió.