12 feb (Reuters) – A la economía de guerra rusa le aguardan tiempos difíciles debido a la fuga de personal y la escasez de tecnología, dijo el lunes la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, aunque el elevado gasto militar impulse el crecimiento económico.
La economía se recuperó bruscamente de una caída en 2022, mostraron los datos anuales la semana pasada, pero el crecimiento depende en gran medida de la producción de armas y municiones financiada por el Estado y enmascara problemas que están obstaculizando la mejora del nivel de vida de los rusos.
Georgieva, en declaraciones a CNBC, dijo que la previsión del FMI de un producto interior bruto (PIB) del 2,6% para Rusia este año era una señal de que el Estado ruso, que acumuló importantes reservas durante muchos años de disciplina fiscal, estaba invirtiendo en la economía de guerra.
Hoy en Rusia, la producción militar sube y el consumo baja, dijo.
«Es más o menos lo que solía ser la Unión Soviética: alto nivel de producción y bajo nivel de consumo», afirmó.
La economía rusa creció un 3,6% en 2023 tras una contracción revisada del 1,2% en 2022.
Economistas radicados en Rusia han destacado la mala calidad del crecimiento económico, señalando que los misiles y proyectiles pueden contribuir a un mayor PIB, pero ofrecen un beneficio limitado a la población.
«En realidad, creo que la economía rusa está abocada a tiempos muy difíciles debido a la salida de personas y al menor acceso a la tecnología que conllevan las sanciones», dijo Georgieva.
«Así que aunque esta cifra (2,6%) parezca buena, hay una historia más grande detrás (de ella) y no es una historia muy buena».