CIUDAD DE MÉXICO, 7 ene (Reuters) – Las autoridades mexicanas en el violento estado de Guerrero, en el suroeste del país, anunciaron que investigan una espantosa masacre que tuvo lugar en una parte de un desierto remoto donde dos grupos criminales rivales se enfrentan por el control.
Los investigadores de la policía encontraron cinco cuerpos calcinados apilados en un vehículo quemado cuando llegaron el viernes a Buenavista de los Hurtado, dijo la Fiscalía General del estado en un comunicado el sábado en la noche.
Citando imágenes compartidas por presuntos miembros de la Familia Michoacana en las redes sociales y entrevistas con fuentes anónimas en el área, medios locales informaron que 30 personas habían muerto después de un ataque con drones.
Las imágenes filmadas en el desierto muestran a hombres fuertemente armados y vestidos con ropa militar amontonando cuerpos, algunos desnudos, con la ropa esparcida por el suelo, sobre el capó y la parte trasera de una camioneta roja acribillada a balazos.
Algunos de los hombres parecían tener extremidades amputadas y al menos a uno le faltaba la cabeza.
Se muestra una cabeza cortada colocada encima de la pila humana por un hombre mientras otro, sosteniendo la cámara y filmando la camioneta desde todos lados, dice «envíen más».
Desde que fue publicado el viernes por la noche, el video acumuló 3,1 millones de visitas en X, la plataforma anteriormente conocida como Twitter.
Reuters no pudo verificar el video de forma independiente, pero varios medios locales publicaron posteriormente videos ampliamente compartidos que mostraban lo que parecía ser la misma camioneta y los cuerpos quemados.
Las autoridades mexicanas en el comunicado dijeron que tenían conocimiento que el acontecimiento investigado derivó de una «confrontación entre los grupos criminales de Familia Michoacana y Los Tlacos, que mantienen una disputa por el control de la zona».
Los investigadores de la policía en el área no encontraron evidencia de otros crímenes, dijo el comunicado, agregando que los habitantes de la zona se negaron a suministrar muestras de ADN que permitan la identificación de los restos y avanzar en las investigaciones.
Reuters no pudo obtener comentarios de los habitantes de la región.