López Obrador pretende pasar a la historia como Lázaro Cárdenas
NOTIPRESS.- Al anunciar la adquisición de las 13 plantas de la empresa española Iberdrola, el presidente Andrés Manuel López Obrador, lo calificó como una «nueva nacionalización» del sector eléctrico mexicano. Sin embargo, de acuerdo con Jair Bravo, socio director de Bravo Abogados, este acuerdo es una compra, no una nacionalización.
El acuerdo por las 13 centrales eléctricas fue por cinco mil 950 millones de dólares, los cuales se realizarán por medio del Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin). Iberdrola se deshace del 77 por ciento de sus activos en el país con esta transacción.
Bravo comentó a NotiPress que con este acuerdo se pondría fin a los años de disputa entre el presidente y la compañía. Además, el Gobierno de México le otorgaría a la empresa estatal, Comisión Federal de Electricidad, una participación del 55.5% en el mercado eléctrico. Uno de los objetivos de este acuerdo también es resolver los arbitrajes internacionales, así como mejorar las relaciones con la empresa española y alinearse con la visión de López Obrador para el sector energético.
De acuerdo con el abogado, México tenía muchas posibilidades de perder los arbitrajes, lo cual podría haber resultado en indemnizaciones por lo conocido en derecho internacional como «expropiación indirecta». Con el convenio el país evita potencialmente las indemnizaciones y las consecuencias financieras negativas por perder los arbitrajes.
Además, el Gobierno podrá tomar el control de una parte significativa del sector eléctrico. El acuerdo también alivia parte de la tensión en torno a las políticas energéticas y su compatibilidad con los acuerdos comerciales internacionales.
Históricamente, los gobiernos en México no han sido eficientes en la administración de empresas estatales, enfrentando desafíos como la corrupción, la falta de inversión y las ineficiencias operativas», señaló Bravo.
La compra ha generado preocupaciones sobre el costo de mantener las centrales eléctricas, así como la necesidad del gobierno de recaudar fondos para la nueva generación de energía.
Según el abogado, las acciones de López Obrador podrían estar relacionados con las elecciones presidenciales de 2024. En 1939, el presidente Lázaro Cárdenas expropió la industria petrolera, ganando una gran popularidad entre la población pobre. Para Jair Bravo, AMLO parece seguir un camino similar al «nacionalizar» industrias claves del país.
Actualmente, en el sector eléctrico la inversión ha disminuido en un 88% entre 2018 y 2021, sin embargo, la demanda de electricidad crece en promedio un 3% al año.