Ciudad de México a 26 de noviembre de 2015.- La seguridad, los bienes y la vida de millones de mexicanos deben ser salvaguardados con un plan de ordenamiento territorial, afirmó la senadora Angélica Araujo Lara al fijar el posicionamiento del PRI a favor del dictamen con el que se evitará la construcción de viviendas en zonas susceptibles de inundación y de alto riesgo.
La Comisión de Vivienda de la LXIII Legislatura del Senado de la República, turnó un punto de acuerdo , aprobado en el Pleno, que exhorta a la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, a realizar un plan de ordenamiento territorial para evitar que millones de familias vivan en zonas peligrosas y reubicar a quienes habitan en asentamientos irregulares, que hoy suman 13 millones de mexicanos.
En tribuna, la senadora yucateca, cuyo estado ha sido afectado por fenómenos meteorológicos, recordó que en nuestro país el 11% de las viviendas en localidades urbanas se encuentran cerca o sobre el cauce de un rio, el 2.3% se ubican encima de rellenos sanitarios, cuevas o minas, el 9% se encuentra sobre barrancas, 4% presentan hundimientos y 4% deslaves y derrumbes causados por lluvias, mientras que millones de mexicanos viven zonas que son afectadas por huracanes , cuya temporada finaliza el día 30 del presente.
En este sentido – recalcó – es imperante exhortar a la autoridad competente -SEDATU- para que se evite la proliferación de construcciones en zonas de riesgo y así impedir mayores daños a las y los mexicanos, también es urgente reubicar a quienes habitan en asentamientos irregulares ya que se estima más de 5 millones de lotes habitacionales se encuentran en esta condición.
México ha sufrido grandes pérdidas a causa de fenómenos naturales en los últimos años, el terremoto de 1985 y los sismos frecuentes en el territorio nacional, los huracanes Gilberto, Opal, Paulina, Roxana, Stan, Wilma, Manuel, Ingrid y Patricia, así como los diversos fenómenos meteorológicos son evidencia de la situación de vulnerabilidad en que se encuentran los mexicanos asentados en zonas de riesgo- recordó.
Según cifras presentadas por el Centro Nacional de Prevención de Desastres entre 1990 y 2010 ocurrieron 75 eventos de diversa magnitud que resultaron en 3 mil 500 fallecimientos, miles de damnificados y graves daños a la economía.
Más de 15 millones de personas se vieron afectadas por fenómenos meteorológicos durante la primera década del siglo, el 95.9% de estos eventos corresponden a fenómenos hidrometeorológicos.
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