En el pasado fin de semana se suscitó en nuestro estado Yucatán un incidente de tránsito que involucrado una conductora con supuesto estado de ebriedad y un motociclista. Lamentablemente el resultado fue el conductor de la moto, que por ser un puente vehicular, cayó al precipicio de alrededor 8 metros.
En las redes sociales se manifestó el repudio de amigos y de la sociedad en general por la consideración de que un incidente de esa magnitud se considera como homicidio culposo, no grave. Lo que no implica la prisión como sanción.
Se entiende la naturaleza del homicidio imprudencial por la carencia de tener la intencionalidad de provocar una muerte a un ser específico. No existe dolo, ni intención o motivación de matar a alguien. El salir a la calle y más manejar un vehículo, sea el que sea, nos pone siempre en riesgo de producir un error o sufrir la consecuencia de las equivocaciones de otro.
Pero lo que no se entiende es que más allá de la simpleza del error se permita sin mayores consecuencias jurídicas severas la conducción de un vehículo después de consumir bebidas embriagantes o drogas que alteren la conciencia y los reflejos de un sujeto. Las condiciones de manejo y maniobrabilidad están alteradas. Un riesgo y peligro que va más allá de una pequeña imprudencia.
Lo debemos esperar todos los conductores de vehículos en la vía pública es transitar con la mayor seguridad, libres de potenciales amenazas que deliberadamente, por la insuficiencia de atención, puede producir un accidente de graves consecuencias.
Es por ello que se debería cambiar el marco legal para ser más severos con los automovilistas o motociclistas ebrios que conducen sin pudor ni recato sus vehículos con potencial para producir accidentes mortales.
Se debe inhibir que con facilidad salgan de la sentencia ejemplar que debería ser producir una muerte por la inconsciencia que va más allá de la simple imprudencia.
Ojalá que ahora que en Yucatán estamos tratando de blindar con mayor compromiso en acciones y leyes más severas nuestra seguridad, tengamos la oportunidad para el cambio legislativo penal que dé certeza jurídica severas en las sanciones de quienes se convierten en potenciales asesinos con licencia.
De acuerdo con la idea principal del texto pero al ser éste un Club jurídico, esperamos la crítica al fundamento legal o al menos la referencia. Saludos