Las agencias humanitarias que operan en el territorio palestino asediado denunciaron ante la Asamblea General que les es imposible hacer su trabajo por falta de combustible e instan a los Estados a actuar para detener las muertes y el sufrimiento. «Si no acaban o no quieren acabar con este baño de sangre, debemos preguntarnos, ¿para qué sirve la ONU?», dice el titular del organismo sanitario mundial.
Los jefes de los organismos de la ONU que operan en Gaza presentaron a la Asamblea General de la ONU una actualización de la situación humanitaria en ese territorio palestino asediado y se unieron al urgir a los Estados miembros a actuar de inmediato para impedir más muertes y brindar ayuda vital a los gazatíes.
Los altos funcionarios coincidieron al describir como extremas las condiciones en las que sobrevive la población en Gaza y alertaron de un empeoramiento si la comunidad internacional no toma medidas ahora.
Un alto el fuego humanitario y la entrada de suficiente ayuda humanitaria, empezando por el combustible necesario para proveerla y reactivar todos los servicios que sea posible, fueron las dos grandes peticiones en la Asamblea General para evitar una mayor catástrofe.
«Por más terrible que sea la situación en Gaza, podría empeorar mucho«, aseveró el coordinador de Asuntos Humanitarios.
Martin Griffiths manifestó gran preocupación frente a la falta de acción internacional. «Si no actuamos ahora, este conflicto podría extenderse, alcanzando otras partes del territorio palestino ocupado y arrastrando a la región a una conflagración con consecuencias aún más calamitosas».
Riesgo de crímenes atroces
En la misma línea, el Alto Comisionado para los Derechos Humanos advirtió del del riesgo de que se produzcan más violaciones graves de las leyes internacionales, «que podrían llegar incluso a ser crímenes atroces, a la luz de las recientes declaraciones de algunos en puestos de liderazgo».
Voker Türk sostuvo que esta crisis asesta un golpe al sistema multilateral, impulsa una mayor polarización y crea fracturas más profundas, «con un impacto terrible en las soluciones que la humanidad necesita con tanta urgencia».
¿Para qué sirve la ONU?
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) fue aún más allá en su alocución y afirmó que la actual crisis es una «prueba de fuego» para la ONU y sus Estados Miembros.
«Esta organización fue establecida para fomentar la paz en nuestro mundo. Si ustedes, como Estados Miembros de las Naciones Unidas, no quieren o no pueden detener este derramamiento de sangre, debemos preguntarnos, ¿para qué sirven las Naciones Unidas?», dijo Tedros Adhanom Ghebreyesus.
La crisis en Gaza es una crisis para las Naciones Unidas y una crisis para la humanidad. «Hablar no es suficiente. Las resoluciones no son suficientes. Las declaraciones no son suficientes, deben actuar, y actuar ahora«, continuó.
Tedros consideró que no hay palabras para ilustrar el horror que se vive en Gaza y recalcó que su población precisa el apoyo del mundo.
Una vez más, tachó de injustificables los ataques a Israel de Hamás y otros grupos armados, que causaron 1200 muertes y tomaron más de 200 rehenes, pero agregó que con al menos 11.500 gazatíes asesinados, 1,7 millones de personas desplazadas y un sitio que impide la ayuda más básica a los palestinos, la respuesta israelí es «cada vez más injustificable».
Receta para el desastre
Por otra parte, al igual que los demás responsables de los organismos de la ONU, declaró que la propuesta de una ´zona segura´ en Al-Mawasi, Gaza, «es una receta para el desastre».
«Intentar meter a tanta gente en un área tan pequeña con muy poca infraestructura o servicios aumentará significativamente los riesgos para la salud de la población, que de por sí está al borde del abismo», afirmó, y repitió que la OMS no participará en esas acciones en las actuales condiciones.
Tedros concluyó reiterando su llamado a liberar a los rehenes, restablecer los servicios y respetar el derecho internacional, proteger a los civiles y terminar este conflicto para evitar más pérdida de vidas.
Más de 11.000 muertos
El coordinador de Asuntos Humanitarios, Martin Griffiths, expuso un parte pormenorizado de la situación en el terreno, recordando que si bien la cifra de muertos en Gaza supera los 11.000, es probable que sea mucho más alta puesto que el colapso de las redes de comunicación no ha dejado que se actualicen los registros.
Hasta el momento, el 45% de las viviendas ha sido destruido o dañado gravemente y la mayor parte de la población ha debido desplazarse.
Griffiths explicó que mucha gente huyó al sur de la Franja en busca de una relativa seguridad, aunque cientos de miles de personas permanecen en el norte, donde continúan los combates y bombardeos israelíes.
Más puntos de cruce hacia Gaza
El jefe de la ayuda humanitaria recalcó que es imperativo abrir más puntos de cruce hacia Gaza para la entrada de asistencia vital, al igual que para entregas comerciales de artículos de primera necesidad.
«La escala de necesidades en toda Gaza desde un único punto de cruce en el sur es logísticamente imposible. Como mínimo, necesitamos permiso para utilizar el paso fronterizo de Kerem Shalom, a través del cual se entregaba el 60% de las mercancías antes de que comenzaran las hostilidades en octubre», precisó.
El asesinato de civiles no es un daño colateral aceptable
En su intervención ante la Asamblea General, el Alto Comisionado para los Derechos Humanos volvió a decir que la protección de los civiles es una prioridad absoluta en todo momento y lugar.
«El asesinato de civiles no es un daño colateral aceptable. No es ni debe ser nunca un arma de guerra deliberada ni en un campo de refugiados, ni en un kibutz, ni en un hospital, ni en ningún sitio», abundó.
Volker Türk detalló que una de cada 57 personas que viven en la franja de Gaza ha muerto o ha sido herida en las últimas cinco semanas, según cifras del Ministerio de Sanidad de Gaza. «Los niveles de angustia son inimaginables; la situación es una pesadilla viviente», puntualizó.
Al reiterar la necesidad de un alto el fuego, Türk aludió a la resolución adoptada por la Asamblea General en su periodo extraordinario de sesiones de emergencia sobre la crisis, en la que se pide una tregua humanitaria inmediata y sostenida que conduzca al cese de las hostilidades, y a la resolución adoptada por el Consejo de Seguridad el miércoles pasado, que también pugna por una tregua humanitaria urgente y prolongada y corredores humanitarios en toda la Franja de Gaza.