home Daniel Moisés Alcasio Guerrero La Suprema Corte de Justicia de la Nación ¿Ha perdido o conservado su credibilidad?

La Suprema Corte de Justicia de la Nación ¿Ha perdido o conservado su credibilidad?

LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN. ¿HA PERDIDO O CONSERVADO SU CREDIBILIDAD?

 

El Jueves pasado, en la sesión del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el órgano máximo en resolver conflictos de índole constitucional y jurídica, se volvió un centro de atención para varios sectores de la sociedad, política, jurídica, partidaria y gubernamental. Ya que dentro de los puntos de acuerdo a discutir entre los 11 ministros fue el de decidir si procedía o no la propuesta del presidente López Obrador en llevar a cabo la consulta para llevar a juicio a los expresidentes y actores políticos desde Carlos Salinas de Gortari hasta Enrique Peña Nieto. Quizá sea uno de los asuntos más relevantes en la vida política de nuestro país para desenmascarar o bien, poner en evidencia al actual presidente en turno el grado de corrupción que hoy en día sigue siendo un cáncer para el progreso de nuestro país.

Indudablemente ha habido momentos históricos que el rumbo de nuestro país se han tornado en momentos de paz, pero también momentos de guerra, que en ambos casos los que salimos siempre a flote y solidariamente somos propiamente los más de 130 millones de habitantes, de una forma y otra, varios sectores de la sociedad han reconocido a expresidentes como héroes de la nación y otros que exigen se haga justicia para llevar a la cárcel a los personajes antes mencionados. ¿Por qué los expresidentes? Porque en ellos recae el reconocimiento, así como la responsabilidad de todos aquellos actos cometidos durante sus respectivos sexenios, ya que ellos fueron los jefes de funcionarios y gobernantes que hoy en día se encuentran vinculados a proceso, ya sea desde el mismo país, en el extranjero, y también otros que se encuentran prófugos de la justicia. Ya que en ellos descansaba toda una nación encargada de pedir los mejores gobiernos para nuestros abuelos, padres, hijos y las futuras generaciones venideras.

Y es por ello en los que hago una pequeña reseña a lo largo de este tiempo en los momentos que han marcado, puedo decir, «los sentimientos de la nación». Tenemos por un lado a Carlos Salinas de Gortari con su hermano que atribuyó millones de pesos adquiridos durante el sexenio de Miguel de la Madrid, y vino a caer el prestigio del propio presidente en turno para demandar un esclarecimiento por el enriquecimiento ilícito; después tenemos a un Ernesto Zedillo que junto con el anterior vinieron a hacer la devaluación del peso, dejando a millones de mexicanos en situación de pobreza, inclusive algunos migrar a países vecinos para buscar mejores ingresos y oportunidades para las familias; Vicente Fox, del que fue un cambio soñado y anhelado por muchos mexicanos que votaron por él por el cansado y fastidiado gobierno del PRI por más de 70 años en el poder se tenían llenas las esperanzas y confianza de que un hombre de un partido opositor fuera a llevar un nuevo rumbo del país, efectivamente lo fue, pero para beneficio de él, su esposa y sus hijos, solamente fue un cambio de nombre y partido, porque al igual que sus antecesores se ventilaron muchos actos de corrupción incluyendo por supuesto la huida de Joaquín Guzmán Loera del penal de puente grande; Felipe Calderón Hinojosa, del que se culpa su vínculo con el narcotráfico y demostrado con ahora el juicio llevado a cabo en Estados Unidos a cargo de Genaro García Luna, su principal funcionario estrella dentro de la administración pública federal; Enrique Peña Nieto, la nueva cara (mismos actos) el regreso del PRI a los pinos vino a demostrar que las prácticas seguían siendo las mismas con el sin fin número de denuncias que se tienen en contra de gobernadores y funcionarios del gabinete impulsados durante su sexenio, por mencionar algunos, Odebrecht, Javier y Cesar Duarte, Emilio Lozoya, Luis Armando Reynoso Femat, Roberto Borge, Tomás Yarrington Ruvalcaba, Guillermo Padrés, Jesús Reyna García, Andrés Granier, Flavino Ríos, así como sus operadores dentro del gabinete como Luis Videgaray.

Por todo lo antes mencionado, ¿Tendrán mucho que declarar y confesar los anteriores expresidentes en sus mandatos? La mejor respuesta usted la tiene.

Igualmente, por otro lado el actual gobierno tiene en manos el poder mandar llamar a declarar a todos los funcionarios, actores políticos e involucrados que hayan cometido actos de corrupción dentro de las irregularidades descubiertas; efectivamente los ciudadanos ya estamos cansados de todo el daño que han cometido los personajes en sus gobiernos, sin embargo, si bien el actual gobierno tiene en manos elementos y pruebas que pueden llevar inclusive a la cárcel a todos ellos, que se haga, al final de día ellos son los que tienen los argumentos y elementos legales procedentes para poder llevar a juicio a todos ellos, pero a los ciudadanos considero son los últimos a los que nos toman en cuenta, tanto de lo pasado, como de lo actual; hoy en día vemos el detrimento que han llevado los actores de la cuarta transformación a pagar de igual manera el precio del mal manejo de los recursos públicos.

Y por lo tanto para que sea realmente un acto soberano, legal y democrático de nosotros como pueblo, considero que dentro de la iniciativa del presidente también debiera haberse incluido su gestión como presidente con todos los actos de corrupción que han sido ventilados en sus 2 años de gobierno, hay mucho que escarbar y mucho de lo que tiene que rendir cuentas y ajustes, ya que de no ser así, solamente caemos en que hoy en día lo que se ha logrado, sea poco o mucho dentro del marco constitucional y propiamente de resoluciones ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación se han convertido a capricho de una persona que tiene una enfermedad llamada poder, y que ésa enfermedad ha llevado a que el presidente López Obrador lo lleve al grado de una obsesión de irse en contra de quienes democráticamente lo dejaron fuera de lugar, es por ello que por hoy por hoy sea cual sea el costo y se pierda lo que se tenga que perder, las instituciones se han vuelto al contentillo del presidente, lo hemos visto desde el ejecutivo, con la mayoría del congreso desde el legislativo, y ahora se está apoderando de lo judicial. ¿No le parece a usted una dictadura?

No dudo que en algún momento la estrategia de los expresidentes, por separado o en conjunto recurran a la Corte Interamericana de Derechos Humanos para ir en contra de la inconstitucionalidad de la propia Corte Suprema de la Nación en México, sería la primera vez en la historia de nuestro país que un expresidente acuse a un presidente por falta del debido proceso, entre otros, para declarar acciones que tenga que acatar el Estado mexicano, sería algo de impotencia para el presidente en turno tener que acatar la recomendación de la Corte Interamericana, ya que el nivel de grado de la Carta Magna se encuentra al igual que el de los tratados internacionales. Veamos cual será el desenlace.

 

 

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