La vida diaria de cada uno de nosotros define el cómo nos juntamos con los grupos que piensan, interactúan y hacen casi o lo mismo que nosotros, desde el que trabaja jornadas muy largas para ganar un salario justo y digno, hasta el que solo trabaja unas cuantas horas y gana cantidades que hasta ni sabemos que existen esos salarios, hoy mis lectores quiero platicar un poco de la vida que tal vez puedan llevar las personas que trabajan los siete días de la semana hasta los que solo trabajan aveces hasta dos días por semana, igualmente hay personas que aunque tengan el poder trabajan arduamente y nunca dejan de descansar para aportar lo mejor a nuestro país, entonces pues, comenzare con mi pensamiento que me ha tocado vivir y sensibilizar en esta vida.
En el actuar diario es sencillo en muchos aspectos, siempre vemos poco por encima de las cosas pero nunca nos detallamos en ver que hay más allá de los talentos, cuantos de nosotros nos quejamos por las largas filas que hay en las instancias de gobierno, la burocracia, el abuso del poder y la corrupción pensamos que se inician desde ahí, en ocasiones la persona que atiende esas largas filas en momentos definitivamente es una gente que tiene muchos años y pertenece a su sindicato y toda su vida se va a escudar en su sindicato porque su metodología para atender al público es ineficiente, pero también hay otras en donde la persona que nos atiende tiene ideas frescas, actualizadas y quiere dar una buena atención al pueblo, el pueblo mismo nos sentimos protegidos, bien atendidos y con la evaluación de excelencia de aquel que hace su trabajo con alto empeño y pasión, desde ahí debemos reconocer a los buenos funcionarios, después subiendo la jerarquía de los mandos nos topamos con algún asesor, director, coordinador que tiene el perfil de dar un buen servicio al pueblo, y no significa solo dar largas al asunto, es dar una solución que es lo que quiere el ciudadano al acudir con ustedes, ponernos en sus zapatos de que llevan mucho tiempo tratando de resolver su asunto y solamente le dan como cotidianamente dicen “atole con el dedo”, la triste realidad es de que hay gente que a eso se dedica y están en esos cargos porque no tienen el perfil para desempeñar el mismo, pero igualmente y no me dejaran mentir hay funcionarios que dan solución a tu problema como si te conocieran de mucho tiempo, el dar continuidad a tu asunto y dar una pronta solución es la conciencia de humildad, sensibilidad y pasión que da ese funcionario, a todos ellos tenemos como pueblo reconocerlos, animarlos y hasta hablar con su superior para decir que ese funcionario realmente ejerce su cargo y debe ser premiado, no con alguna dadiva ni remuneración, porque el servicio público es eso precisamente servir al pueblo pero yo creo que hay premios dentro de la administración pública donde el Alcalde, Gobernador y hasta el propio Ejecutivo Federal dan a todos ellos.
Cuando tienes amigos que ocupan cargos públicos dentro del gobierno y son personas humildes nunca pierden ni un gramo de sensibilidad, no se elevan ni mucho menos se creen más que tú, te saludan, comen contigo y comparten experiencias que tanto él puede comentar en su trabajo, como tú que lo practicas diariamente, y saben que, desde ahí se practica la sociedad-gobierno, no porque tienes amigos, sino porque cualquiera puede estar en algún cargo demostrando siempre con humildad que el talento se adquiere con el paso de tu vida, las circunstancias que pasas y que así como tú necesitas de ellos, ellos también pueden necesitar de ti, el mundo es tan pequeño, que todos nos encontramos en algún momento de nuestra vida, y más aún aquel dicho que señala “todos necesitamos de todos”.
Igualmente nosotros como pueblo, cuantos no vemos que llegan personas prepotentes que quieren todo al momento gritando y haciendo cuanto más quiere, si bien es cierto que la obligación del gobierno es prestar un buen servicio, el servidor público no tiene la culpa que te levantaste de malas, hayas tenido alguna discusión con tu familia o tu cliente te quedo mal, todo lleva un proceso, los funcionarios no son máquinas, en el pedir está el dar, como quieren que nuestro país avance si personas que actúan de esa manera sean atendidas de la mejor manera, siempre he creído y desde pequeño me han inculcado mis padres que el respeto hacia el prójimo es el valor principal sobre todas las cosas, decir por favor y gracias, y así saben que, nosotros como sociedad cumplimos con nuestra obligación de ser bien atendidos por las instancias gubernamentales, y ser atendidos como nosotros queremos ser atendidos.
En este caso mis lectores no tengo fundamento legal, yo considero que la fundamentación de todo esto es la humana; dar una buena costumbre a nuestras futuras generaciones de que no todo en la vida es malo, hay ocasiones en las que las buenas personas se esconden para no ser atentadas por las malas personas, ustedes bien saben que el malo solo busca intimidarte, hacerte la vida de cuadritos tanto dentro de la administración publica como el pueblo mismo, yo estoy seguro que si en esta sociedad mexicana y en todo el mundo las personas buenas nos juntáramos y nos uniéramos, seriamos una fuerza muy poderosa, más humana y con la amplia disposición de ayudar a quien más lo necesite.
Daniel Moisés Alcasio Guerrero
León, Guanajuato