home Daniel Moisés Alcasio Guerrero La falta de libros de textos gratuitos impone una acción en contra de un derecho humano a los derechos fundamentales

La falta de libros de textos gratuitos impone una acción en contra de un derecho humano a los derechos fundamentales

Falta de medicamentos en las instancias del Seguro Social, reducción de apoyos en programas sociales, cancelación de obras por millones de pesos, manifestaciones de empleados dentro del sector público por la aplicación de las políticas del nuevo gobierno, entre otros, no resulta extraño que en el sector educativo se generaría alguna situación para seguir desequilibrando la situación actual en nuestro país, toda vez que en días pasados se anunciaba la falta de entrega de libros de textos gratuitos a escuelas públicas o bien la escasez de traslado por el ya famoso recorte que nos ofrece la cuarta transformación, situación que viene a generar ahora en la educación de nuestra niñez un golpe social en el que varios de los Estados por situaciones absurdas no es posible hacer llegar un instrumento básico dentro de la primera escolaridad de los niños y niñas que es la primaria, dentro de la colaboración pondré en tema de reflexión y análisis una serie de violaciones al derecho fundamental de la educación desde una perspectiva de derechos humanos.

Sabemos perfectamente que el derecho a la educación viene consagrado en el artículo 3 de la constitución que dentro de su contenido señala que “…La Federación, Estados, Ciudad de México y Municipios impartirán y garantizarán la educación inicial, preescolar, primaria, secundaria, media superior y superior…” e igualmente que el Estado, es decir, la federación deberá proveer todas las necesidades escolares para satisfacer de la manera más amplia y digna la educación de los niños y niñas, y que si bien es cierto que en el gobierno de la cuarta transformación quiere eliminar una ideología del neoliberalismo para imponer una de carácter comunista, también es cierto que México se encuentra actualmente en un cambio de pensamiento en el que empieza a imperar una visión convencionalista de derechos humanos, respetando en todo momento los derechos fundamentales entre ellos a la educación bajo 4 principios importantes adquiridos por la constitución federal que consiste en la universalidad, progresividad, interdependencia e indivisibilidad de los derechos humanos, es por ello que los amparos no dejan de terminarse en los tribunales federales por tantas violaciones a derechos humanos que el Estado Mexicano comete en contra de los ciudadanos, y por ello no dudaría que grupos educativos llegarán a instancias federales para hacer valer sus derechos ante situaciones como las que van a generarse en el sector educación.

No es la primera ocasión que pasa en la historia universal jurídica un acontecimiento como el que se está presentando en nuestro país, existen sentencias de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos particularmente una en específico que me llamo mucho la atención en la que una comunidad indígena se vio vulnerada en sus derechos fundamentales no solo por el tema de la discriminación, también por el tema de educación, el caso se llama Comunidad Indigena Yakyé Axa vs Paraguay en la que la corte considero los siguientes puntos: si el Estado generó condiciones que agudizaron las dificultades de acceso a una vida digna de los miembros de la Comunidad Yakye Axa y si, en ese contexto, adoptó las medidas positivas apropiadas para satisfacer esa obligación, que tomen en cuenta la situación de especial vulnerabilidad a la que fueron llevados, afectando su forma de vida diferente (sistemas de comprensión del mundo diferentes de los de la cultura occidental, que comprende la estrecha relación que mantienen con la tierra) y su proyecto de vida, en su dimensión individual y colectiva, a la luz del corpus juris internacional existente sobre la protección especial que requieren los miembros de las comunidades indígenas, a la luz de lo expuesto en el artículo 4 de la Convención, en relación con el deber general de garantía contenido en el artículo 1.1 y con el deber de desarrollo progresivo contenido en el artículo 26 de la misma, y de los artículos 10 (Derecho a la Salud); 11 (Derecho a un Medio Ambiente Sano); 12 (Derecho a la Alimentación); 13 (Derecho a la Educación) y 14 (Derecho a los Beneficios de la Cultura) del Protocolo Adicional a la Convención Americana en Materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, y las disposiciones pertinentes del Convenio No. 169 de la OIT.

En ese tenor la comunidad sostuvo lo siguiente: la legislación por sí sola no es suficiente para garantizar la plena efectividad de los derechos protegidos por la Convención, sino que comporta la necesidad de una conducta gubernamental que asegure la existencia, en la realidad, de una eficaz garantía del libre y pleno ejercicio de los derechos humanos [y que] junto con la carencia de tierra, la vida de los miembros de la Comunidad Sawhoyamaxa se caracteriza por el desempleo, el analfabetismo, las tasas de morbilidad por enfermedades evitables, la desnutrición, las precarias condiciones de su vivienda y entorno, las limitaciones de acceso y uso de los servicios de salud y agua potable, así como la marginalización por causas económicas, geográficas y culturales. Está también probado que el Estado no brindó a los niños internos la educación que éstos requerían y a la cual aquél estaba obligado, tanto en razón de la protección del derecho a la vida entendido en el sentido señalado anteriormente, como por la disposición del artículo 13 del Protocolo Adicional a la Convención Americana en Materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. El programa educativo que se ofrecía en el Instituto era deficiente, ya que carecía de maestros y RECURSOS ADECUADOS. Este incumplimiento del Estado causa consecuencias todavía más serias cuando los niños privados de libertad provienen de sectores marginales de la sociedad, como ocurre en el presente caso, pues ello les limita sus posibilidades de reinserción efectiva en la sociedad y el desarrollo de sus proyectos de vida.

Señor presidente, en mi opinión sobre el tema de educación nadie absolutamente nadie puede ser limitado y restringido de sus derechos por apetitos personales y traumas que usted ha inculcado en muchos sectores sociales, y lo peor que entre la misma sociedad nos estamos haciendo pedazos mientras usted se divierte desde fuera del ring, el Estado mexicano no puede volverse un país comunista ya que las costumbres y formas de vivir de todos los mexicanos en estricto derecho se convierten en ley, estoy a favor de eliminar a la corrupción pero no estoy a favor en que todo el dinero público sea limitado y guardado en la alcancía para lograr su próximos proyectos electorales.

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