home Perspectiva de género Celebramos el compromiso al más alto nivel con el Sistema Nacional de Igualdad: Gabriela Ramos

Celebramos el compromiso al más alto nivel con el Sistema Nacional de Igualdad: Gabriela Ramos

El día de hoy la Mtra. Gabriela Ramos, Directora del Gabinete de la OCDE y Sherpa ante el G20 participó Sesión del Sistema Nacional para la Igualdad entre Mujeres y Hombres junto con el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, adjunto el discurso que entregó la maestra.

 

Primera Reunión del Sistema Nacional de Igualdad entre Mujeres y Hombres

Palabras de Gabriela Ramos, Directora de Gabinete y Sherpa, OCDE

Ciudad de México, 8 de agosto de 2016

 

Señor Presidente Peña Nieto.  Un gusto acompañarlo, al igual que  a los distinguidos miembros del presídium en esta importante sesión inaugural del Sistema Nacional de Igualdad entre Hombres y Mujeres.

Me complace además compartirles que con INMUJERES estamos realizando un estudio de la OCDE sobre políticas de género y recientemente presentamos un análisis de la situación de la mujer en la Cumbre de la Alianza del Pacífico en Chile. 

La OCDE, su Secretario General y yo misma somos activos promotores de la igualdad de género en los países miembros y asociados, en el G7, en el G20 y en los Objetivos de Desarrollo Sustentable.

El mensaje preliminar de nuestros estudios es el mismo. Por su nivel socio económico, por su tamaño, y por su potencial, la situación de la mujer en México no es aceptable.

En comparación con los miembros de la OCDE, y en algunos casos con países latinoamericanos como Perú o Brasil, México tiene 20 puntos menos de participación femenina en el mercado laboral, tres veces más el número de mujeres ninis, un número cinco veces mayor de embarazos adolescentes,  una representación muy baja en los niveles de liderazgo del gobierno nacional, estatales y de empresa, y realizan un porcentaje mucho más alto de las labores domésticas no remuneradas (75%). 

Los estereotipos y las normas culturales, incluidas las que reproduce la televisión mexicana, producen estos resultados de desigualdad y discriminación.‎

Además del imperativo moral y ético, estos resultados  tienen un elevado costo económico. La mujer es el recurso más subutilizado de México. Incrementar su empoderamiento económico nos daría varios puntos del PIB, en un contexto de bajo crecimiento, sobre todo dado el avance en la escolaridad de las niñas.

A nivel de decisiones de políticas y de acciones específicas,  México tiene avances considerables y aquí quiero hacer un reconocimiento a INMUJERES, al Congreso, pero también a todo el Sistema de Igualdad.

La ley de Igualdad y la Ley contra la violencia, el presupuesto con objetivos de género, la cuota de género en la Cámara, que pone a México a la vanguardia internacional; las estancias infantiles, las becas para las niñas, entre muchas otras iniciativas que van por el camino correcto. Pero todavía falta mucho por hacer.

En febrero de este año, con la Cámara de Diputados, vine a presentar un estudio de liderazgo femenino en el gobierno. Fue inspirador ver los avances en la Cámara. Después INMUJERES nos invitó a una Mesa de reflexión, igualmente inspiradora.

¿Pero saben qué paso después?  A nombre de la OCDE instalamos el grupo de trabajo sobre habilidades (skills) que requiere la concurrencia de varias secretarías e instituciones federales. Hubo una participación nutrida con 18 representantes. Subsecretarías de Educación, Economía, Hacienda, Trabajo, el Comité Nacional de Productividad y el Instituto del Emprendedor. Todos eran hombres y nadie se dio cuenta de la sesgada composición.

No hay duda. Se requieren avances substanciales y decididos y por ello celebramos el compromiso al más alto nivel  con el Sistema Nacional de Igualdad, con la presencia del Señor Presidente,  el Sr Gobernador y con el Presidente de la CNDH, y con INMUJERES. Celebramos también que los avances considerables que se mencionan en la ley y en ciertas prácticas.

Este marco normativo y las acciones recientes nos muestran que sí se puede aspirar a un país más igualitario. Nos muestran que las cuotas funcionan, y que las políticas más vanguardistas como la paternidad dual están al alcance de la mano.  Nos muestran que podemos eliminar los sesgos y el maltrato, el hostigamiento y la violencia contra las mujeres vía la educación y la sanción. Pero como en todas las políticas y las mejores prácticas, la ley por sí sola no es suficiente, es fundamental una efectiva implementación.

Cuenten con la OCDE para avanzar en una verdadera transformación social y económica de la sociedad Mexicana en favor de la igualdad. Todo este arsenal de buenas prácticas está a su disposición. Muchas gracias.

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