BOGOTÁ, 4 jul (Reuters) – El Gobierno de Colombia y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) suspenderán esta semana las operaciones militares ofensivas como parte del alistamiento y de un compromiso previo para un cese bilateral al fuego que comenzará el 3 de agosto, anunciaron el martes las dos partes.
El paso forma parte de un cese al fuego bilateral firmado a comienzos de junio por el Gobierno de Colombia y el ELN dentro de la negociación de paz que mantienen para buscar la salida de ese grupo rebelde del conflicto armado interno de seis décadas que ha dejado más de 450.000 muertos.
«A partir de las 00 horas del 6 de julio, hasta las 00 horas del 3 de agosto de 2023, las estructuras del Ejército de Liberación Nacional deben cesar todas las acciones militares ofensivas contra las Fuerzas Militares y de Policía en todo el territorio nacional, incluyendo las acciones de inteligencia», dijo un comunicado del grupo rebelde.
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Sin embargo, el ELN pidió a sus estructuras armadas «mantener activados todos los dispositivos de defensa y seguridad para responder a amenazas o ataques de cualquier estamento o grupo armado contra nuestras unidades o contra la población civil».
El acuerdo de cese bilateral de hostilidades, que comenzará el próximo mes y tendrá un periodo de seis meses, es el avance más importante alcanzado en los diálogos que reanudaron las partes en noviembre como parte de los esfuerzos del presidente Gustavo Petro para poner fin a un conflicto armado.
México, Noruega, Venezuela, Cuba, Brasil y Chile participan como países garantes en la negociación.
«Exactamente es el compromiso que se asumió en el acuerdo de Cuba y creo que vamos avanzando», dijo por su parte el alto comisionado para la paz, Danilo Rueda, en declaraciones a la radio pública. «Es aquí donde se va a probar la unidad de mando que pueda tener el Ejército de Liberación Nacional».
El funcionario anunció que el presidente Petro hará un pronunciamiento en el mismo sentido con órdenes explícitas y específicas a las Fuerzas Armadas.
El ELN que cuenta con unos 5.800 integrantes, incluidos unos 2.800 combatientes, y que es considerado como una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea.
Las negociaciones de paz de anteriores gobiernos con el ELN, que es acusado de financiarse del secuestro, la extorsión, el narcotráfico y la minería ilegal, no avanzaron por sus posiciones radicales, una cadena de mando difusa y disensos entre sus filas.
Petro también busca iniciar negociaciones de paz con dos disidencias de las FARC y prepara una ley para ofrecer a las bandas criminales un sometimiento a la justicia a cambio de una reducción de penas de cárcel.