Notipress.- Rumania, Polonia y Portugal votaron entre opciones nacionalistas y candidaturas proeuropeas en comicios clave para el rumbo del continente
Las recientes elecciones celebradas en Rumania, Polonia y Portugal revelaron un escenario político dividido entre propuestas europeístas y corrientes euroescépticas, con implicaciones para el futuro de la Unión Europea.
El domingo 18 de mayo de 2025, Rumania llevó a cabo una repetición de sus elecciones presidenciales tras la anulación de los comicios anteriores. Nicusor Dan, alcalde centrista de Bucarest, se impuso con más del 54% de los votos, frente al 46% del ultraderechista George Simion. La votación fue considerada clave para la dirección de un país miembro de la UE y la OTAN que limita con Ucrania.
«En las elecciones de hoy ganó una comunidad de rumanos que quiere un cambio profundo en Rumania», declaró Dan a sus seguidores en un parque de la capital. Simion, quien inicialmente se declaró vencedor, luego reconoció su derrota. «Soy el nuevo presidente de Rumania», había dicho antes de admitir el resultado.
Desde el gobierno rumano denunciaron una «campaña viral de noticias falsas» con «señales de la interferencia rusa». Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, celebró el triunfo: «los rumanos eligieron la democracia, el Estado de derecho y la Unión Europea». Ursula von der Leyen también felicitó: «El pueblo rumano ha acudido masivamente a las urnas».
En Polonia, también el 18 de mayo, se celebró la primera vuelta de las elecciones presidenciales. El liberal Rafal Trzaskowski, actual alcalde de Varsovia, obtuvo el 30,8% y enfrentará el 1 de junio al conservador Karol Nawrocki, quien logró el 29,1%, según el Instituto IPSOS.
La participación superó el 50%, y la segunda vuelta se anticipa muy disputada. Slwomir Mentzen, candidato de extrema derecha, consiguió un 15%, lo que podría ser decisivo en un eventual traspaso de votos. Lukasz Kohut, eurodiputado, expresó: «Necesitamos movilizar a todos aquellos que están a favor de la democracia».
El resultado final podría impactar la aplicación del programa de reformas del gobierno de Donald Tusk, que busca revertir las medidas judiciales del anterior partido en el poder, PiS. El presidente polaco aún conserva el derecho de veto sobre la legislación.
Durante el mismo día, en Portugal, la coalición gobernante de derecha moderada Alianza Democrática (AD) obtuvo el 32,7% de los votos en las elecciones parlamentarias, pero no alcanzó la mayoría absoluta. La formación de extrema derecha Chega logró un 22,6% y empató en escaños (58) con el Partido Socialista, que consiguió un 23,4%.
El primer ministro Luís Montenegro, líder de AD, reiteró su rechazo a una alianza con Chega, y buscará el apoyo del partido Iniciativa Liberal, que logró 5,5% y nueve escaños. Pedro Nuno Santos, líder socialista, renunció a su cargo tras los resultados. «Asumo mis responsabilidades como líder del partido», indicó.