home Internacionales Yemen vive un «momento crítico» y los donantes humanitarios «no pueden levantar el pie del acelerador»

Yemen vive un «momento crítico» y los donantes humanitarios «no pueden levantar el pie del acelerador»

La coordinadora adjunta del socorro de emergencia de la ONU destaca que es preciso intensificar las actividades de asistencia humanitaria y protección de los yemeníes para proteger las vidas de millones de personas vulnerables, la mayoría de ellas mujeres y niños.

 

Más de dos tercios de toda la población en Yemen- unos 23,4 millones de personas- precisan ayuda humanitaria y 17 millones sufren inseguridad alimentaria, afirmó este domingo la subsecretaria general de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas tras una visita de nueve días al país árabe.

Joyce Msuya destacó que las tasas de desnutrición de las mujeres y los niños yemeníes se encuentran entre las más altas del mundo, con 1,3 millones de mujeres embarazadas o lactantes y 2,2 millones de niños menores de cinco años que necesitan tratamiento para la desnutrición aguda.

Tras más de siete años de conflicto, la instauración de una tregua auspiciada por las Naciones Unidas desde el pasado mes de abril permitió reducir el número de víctimas civiles y allanó el camino para la entrada de combustible en el país. La ONU pide la renovación y ampliación de la tregua que sigue en pie.

«Aunque se han conseguido importantes avances desde el inicio de la tregua, las necesidades humanitarias en Yemen siguen siendo enormes», afirmó Msuya, que se reunió con las comunidades afectadas y constató las necesidades por sí misma.

«No hay ninguna duda: sin el apoyo constante de los donantes, millones de personas pasarán hambre y se pondrá en riesgo la vida de millones de niños desnutridos«, dijo. «Este es un momento crítico para Yemen y los donantes humanitarios no pueden levantar el pie del acelerador».

Reducir las necesidades humanitarias pasa por consolidar la paz y revitalizar la economía

Durante su visita, Msuya visitó las ciudades de Adén, Marib, Sana’a, la capital del país, y Al Hodeida y mantuvo contactos con personas desplazadas y afectadas por el conflicto que necesitan urgentemente ayuda humanitaria, así como con funcionarios yemeníes y socios humanitarios.

En Marib pudo hablar de la falta de alimentos, agua potable, servicios sanitarios básicos y educación que sufren las personas que se vieron obligadas a huir de sus hogares.

También se reunió con mujeres y niñas desplazadas que le hablaron de la violencia de género, del matrimonio precoz y de la falta de privacidad y seguridad, y de las dificultades económicas que supone vivir en los lugares de desplazamiento, entre otros problemas de protección.

La escalada del conflicto yemení en 2015 forzó el desplazamiento de unos 4,3 millones de personas. La mayoría de ellas llevan muchos años como desplazadas y muchas se vieron obligadas a realizar varios desplazamientos. Las lluvias torrenciales y las inundaciones en todo el país han provocado el éxodo de otras 160.000 personas desde abril. 

En Al Hodeidah, Msuya visitó el Hospital Al Thawrah, que cuenta con el apoyo de la ONU, donde se reunió con niños y adultos heridos por minas y municiones sin explotar. Durante los últimos seis meses estos artefactos explosivos se han convertido en la causa más común de muertes o lesiones de civiles relacionadas con el conflicto.

La la subsecretaria general de Asuntos Humanitarios también visitó la sala del hospital dedicada a tratar la desnutrición y posteriormente se reunió con mujeres desplazadas.

Msuya subrayó que Yemen necesita desesperadamente más apoyo para mejorar el acceso a los servicios básicos y para apuntalar su deteriorada economía. «En todos los lugares a los que fui, la gente me dijo que quería desesperadamente un empleo para poder mantener a sus familias, así como acceso a la atención sanitaria, al agua potable y a las escuelas».

En consecuencia, señaló que es necesaria la intervención de los agentes que trabajan en favor del desarrollo «para ayudar a las autoridades a prestar estos servicios», ya que «los humanitarios no pueden hacerlo solos».

Msuya indicó que las dos mejores formas de reducir las necesidades humanitarias en Yemen son consolidar una paz sostenible e inclusiva y revitalizar la economía. «Sin ellas, los factores que impulsan la crisis humanitaria persistirán y la gente seguirá sufriendo», destacó. 

 

 

 

 

 

Boletín de prensa de la ONU