Empresas locales adoptan tecnología para protegerse de relaciones ilícitas
Notipress.- Decisiones recientes en materia de seguridad internacional intensificaron la vigilancia sobre organizaciones mexicanas, especialmente en sectores con exposición a riesgos financieros. La clasificación de grupos delictivos nacionales como amenazas terroristas por parte de Estados Unidos no solo elevó el nivel de escrutinio, sino que derivó en exigencias más estrictas desde el ámbito comercial y regulatorio global.
Firmas extranjeras, particularmente en los sectores bancario, logístico y de comercio exterior, están solicitando a sus contrapartes mexicanas mayor claridad sobre sus políticas de cumplimiento. Estas demandas aceleraron la evaluación de tecnologías de apoyo en la supervisión de operaciones financieras, dentro de las cuales la inteligencia artificial (IA) se perfila como una herramienta de interés estratégico.
Organismos internacionales como el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) y el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea plantearon criterios más detallados para la prevención del lavado de dinero y el financiamiento al terrorismo. Según sus lineamientos, los países deben demostrar esfuerzos sostenidos y estructuras operativas capaces de identificar y mitigar riesgos emergentes. En ese marco, la ausencia de mecanismos tecnológicos puede interpretarse como una deficiencia estructural.
NotiPress tuvo acceso al estudio global desarrollado por SAS, KPMG y ACAMS, donde se indica que una proporción de organizaciones en diversos países está considerando integrar IA en sus sistemas de cumplimiento durante los próximos 12 a 18 meses. Este interés no responde exclusivamente a prioridades internas, sino también al entorno legal que se redefine a partir de acuerdos multilaterales y tratados de cooperación en materia financiera.
México, al mantener relaciones comerciales con países que exigen altos estándares regulatorios, enfrenta una presión creciente para alinear sus procedimientos empresariales. Varias instituciones iniciaron consultas sobre el cumplimiento de marcos internacionales, como la Ley Patriota de Estados Unidos, el Acta de Secreto Bancario, así como la Directiva (UE) 2018/843 del Parlamento Europeo.
A nivel operativo, se observa un aumento en la contratación de asesores externos especializados en fiscalización financiera transnacional. Empresas interesadas en conservar relaciones comerciales con socios internacionales están documentando sus protocolos de debida diligencia y adaptando sus sistemas a metodologías de evaluación de riesgo.
Esta tendencia no implica una adopción generalizada, pero marca una dirección en la cual las decisiones de negocio estarán condicionadas por el entorno regulatorio internacional. Además, refleja una respuesta estratégica a exigencias comerciales, más allá de las medidas que imponga el gobierno mexicano en lo inmediato.
La presión internacional actúa, en este contexto, como un factor determinante para transformar la cultura de cumplimiento en empresas mexicanas. A diferencia de otras medidas reactivas, la adaptación tecnológica en este caso responde a expectativas externas, cuya influencia podría redefinir los criterios operativos de muchos actores del sector privado nacional.