San Salvador, 9 abr (EFE).- El director de la Policía Nacional Civil de El Salvador (PNC), Mauricio Arriaza Chicas, pidió este viernes «disculpas» en nombre del cuerpo de seguridad por el asesinato injustificado de una persona sorda en 2017.
El acto de desagravio fue ordenado por una corte penal, la misma que condenó a un policía de elite a 20 años de prisión por asesinar a José Mauricio Salazar el 24 de abril de 2017.
El agente trató de justificar el asesinato al acusar a la víctima de ser pandillero en un municipio del centro del país.
«Niego rotundamente que la mencionada persona haya pertenecido a pandillas. Como director general de la PNC quiero ofrecer las disculpas del caso, de manera pública y directa a la familia», dijo Arriaza Chicas.
Reconoció que los familiares de la victima «resultaron sumamente perjudicados por ese error cometido» y que el acto ordenado fue para «reparar los daños de carácter moral ocasionados».
El director del Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana (Idhuca), José María Tojeria, relató que la víctima, conocida como «Don Chepe», se dirigía a su trabajo y que policías le ordenaron detenerse.
«No se paró. Le dispararon y lo mataron. Después dijeron que era marero (pandillero) y le pusieron una pistola cerca de la mano» para simular un enfrentamiento y justificar así su asesinato, relató Tojeira.
Indicó que los testigos y la pericia de la Fiscalía «demostraron que no había disparado la pistola» y que otros agentes encubrieron el crimen.
«Qué bueno que se ha cumplido la sentencia», señaló el director del Idhuca, que fue querella en el proceso penal.
De acuerdo con un informe de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH) de agosto de 2019, los agentes de la Policía «ejecutaron» al menos a 116 personas entre los años 2014 y 2018.
El documento da cuenta de 48 casos que reúnen las 116 ejecuciones extrajudiciales mejor documentadas por la PDDH en el referido lapso.