Budapest, 15 oct (EFE).- El Gobierno de Hungría, del ultranacionalista Viktor Orbán, lanzó este sábado una nueva «consulta nacional», centrada en las sanciones de la UE contra Rusia, con siete preguntas, consideradas por los críticos como sesgadas.
Estas «consultas nacionales» consisten de cuestionarios enviados a los domicilios con preguntas que los ciudadanos pueden responder vía postal hasta el 9 de diciembre próximo.
El Gobierno se refiere a estas consultas como un instrumento de supuesta democracia directa, aunque no son vinculantes y sirven para movilizar a sus simpatizantes y dominar el discurso político, critican analistas y opositores.
Las siete preguntas de esta nueva consulta están enfocadas en las sanciones de la Unión Europea (UE) contra Rusia por la invasión de Ucrania, que Orbán siempre ha criticado a pesar de haber aprobado todos los paquetes comunitarios.
Las primeras cinco preguntas se refieren al embargo del petróleo, los combustibles nucleares y otras materias primas procedentes de Rusia, interrogando a los húngaros si están o no de acuerdo con que éstos sean sancionados.
Las preguntas vienen acompañadas de explicaciones que reflejan el punto de vista del Gobierno.
«Bruselas ha decidido imponer sanciones al petróleo, a pesar de que tras el estallido de la guerra se acordó que las sanciones contra Rusia no abarcarían la energía» reza la primera pregunta.
Agrega que Hungría ha logrado una excepción de ese embargo y asegura que esa sanción habría generado «graves problemas de abastecimiento» y podría haber supuesto una enorme carga.
«La política de sanciones tampoco perdona al turismo. ¿Usted está de acuerdo con las sanciones que limitan el turismo?», señala otra de las preguntas.
«Las sanciones aumentan los precios de los alimentos y generan una nueva ola de inmigración. ¿Está usted de acuerdo con las sanciones que generan el aumento del precio de los alimentos?» concluye el cuestionario.
Orbán, considerado como el mejor aliado de Moscú en la UE, asegura que con las sanciones Europa «se ha pegado un tiro en el pie».
Afirma que Hungría es el primer país europeo que «pide la opinión de la gente en el marco de una consulta nacional».