BRUSELAS, 1 abr (Reuters) – Nueve miembros del grupo de expertos que asesora a la Unión Europea sobre sus normas de financiación sostenible han amenazado con dimitir si Bruselas sigue adelante con unos planes que, según ellos, desacreditarían sus esfuerzos para luchar contra el cambio climático.
La Comisión Europea está intentando finalizar su clasificación de finanzas sostenibles, un reglamento histórico que a partir del año que viene definirá qué se puede considerar una inversión sostenible en la UE.
Una propuesta filtrada de la normativa, compartida la semana pasada con los Estados miembros de la UE, catalogaría como sostenibles algunas centrales de gas que generan energía y también proporcionan calefacción o refrigeración. La propuesta original de la Comisión, que denegaba la etiqueta verde a las centrales de gas natural siguiendo la recomendación de los asesores expertos del bloque, se enfrentó a la oposición de algunos países de la UE.
Nueve miembros de la «plataforma» compuesta por 67 personas que asesoran a la UE sobre esta normativa escribieron a la Comisión el miércoles, afirmando que la última propuesta filtrada contradice las orientaciones científicas sobre el clima y entrañan riesgos para la reputación de los expertos.
«En caso de que la política y los grupos de presión prevalezcan sobre la ciencia, es nuestra responsabilidad informarle de que nos veríamos obligados a reconsiderar nuestra contribución a la Plataforma», decía la carta, vista por Reuters.
Entre los firmantes figuran expertos en finanzas de los grupos activistas WWF, Transport & Environment y el grupo rumano Agent Green, así como miembros del mundo académico. La plataforma también incluye representantes de la industria y del sector financiero.
Las normas propuestas por la Comisión para el gas, la bioenergía y la silvicultura «desacreditarían abiertamente» los objetivos de la UE para reducir las emisiones que provocan el calentamiento del planeta, dice la carta.
Según el documento, el gas no debería obtener la etiqueta verde, mientras que la bioenergía y la silvicultura deberían eliminarse temporalmente de la normativa y debatirse con más detalle.
«El concepto de lo que es científicamente sostenible no debe ser decidido por los políticos», dijo Andreas Hoepner, profesor del University College de Dublín que firmó la carta.
«Tenemos una oportunidad única de hacer algo bien», dijo Monique Goyens, directora general de la Organización Europea de Consumidores, otra de las firmantes.
La Comisión declaró que no hace comentarios sobre documentos filtrados, y que estaba ultimando la propuesta basándose en las aportaciones de los países de la UE y el Parlamento Europeo.
«Esto será objeto de una evaluación para el desarrollo de una legislación delegada científicamente sólida», dijo un alto cargo de la UE, refiriéndose a las normas sobre el gas.
Los países de la UE no se ponen de acuerdo sobre el papel que debe desempeñar el gas natural para alcanzar los objetivos climáticos. El gas emite aproximadamente la mitad de CO2 que el carbón cuando se quema en las centrales eléctricas, pero las infraestructuras de gas están asociadas a fugas de metano, un potente gas de efecto invernadero.