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Marcos jurídicos no corresponden al transporte público

* Detectan retos institucionales, jurídicos y profesionales; superar el esquema hombre-camión medida urgente para la transformación del sector

México, D. F., a 29 de abril de 2014

Para Abel López Dodero, especialista en transporte del Banco Mundial, el verdadero reto para alcanzar la verdadera transformación del sector se encuentra en las instituciones y sus marcos jurídicos, «las leyes que hoy nos rigen se hicieron para una prestación de servicio que ya no responde a los requerimientos de la ciudad», afirmó el especialista en el marco del 7o Congreso Internacional del Transporte, organizado la semana pasada por la Asociación Mexicana del Transporte y la Movilidad (AMTM).

Desde la perspectiva del ponente, la movilidad urbana en el país ha avanzado demasiado, sin embargo lo que tiene que ver con estructuras institucionales ha quedado limitado o retrasado para poder atender los problemas de movilidad que enfrentan las ciudades mexicanas.

«Para promover una transformación real requerimos crear empresas de transporte y su concesión debe estar soportada por un marco legal que deben tener las instituciones adecuadas para garantizar la regulación efectiva del transporte. De nada sirve tener una ley, si no hay reglamentos que nos indiquen los mecanismos y los dientes que tendrá la institución para regular la prestación del servicio», precisó el especialista en entrevista posterior a su intervención en el panel Esquemas Financieros para la Movilidad.

Así pues, Abel López insistió en que la transformación del transporte requiere una visión integral, pues no se cubre colocando sólo nuevos camiones en circulación, “requiere un plan de movilidad, un ente regulador, un agente gestor, infraestructura, cambios en las concesiones para eliminar la competencia por pasajeros, contar con unidades administrativas dentro de las empresas de transporte y una serie de elementos que hacen de la transformación un proceso bastante complejo”, precisó.

No obstante, consideró que es responsabilidad de los gobiernos acompañar estos cambios a fin de revertir la creciente motorización de las ciudades mexicanas con automóviles y detener el rezago en calidad y servicio que caracteriza al transporte público, «lo que nos importa es que el usuario vaya más cómodo y tenga un servicio digno, porque la mayor competencia del transportistas es el automóvil», insistió.

El representante del Banco Mundial explicó que cambiar el esquema hombre-camión a empresas de transporte, “no es un capricho de la autoridad” sino parte de los requerimientos solicitados por la banca para poder generar préstamos a las empresas transportistas y tener mayores certezas financieras.

De igual forma, alertó sobre el gran reto institucional de tener que negociar con múltiples dependencias federales y locales para poder implementar cualquier sistema de transporte público, y todas esas instituciones se tienen que poner de acuerdo, reiteró.

Por su parte, Carlos Valdés Mariscal, asesor externo del Fondo Nacional de Infraestructura del Gobierno Federal aseguró que las políticas de transporte público son una de las mayores preocupaciones del gobierno federal por lo que a través de los programas de infraestructura están tratando de fomentar ciudades más densas y compactas.

Coincidió con el especialista del Banco Mundial en que el marco jurídico en materia de transporte quedó rebasado y no opera acorde a las condiciones actuales del transporte, «no hay reglamentación que contemple proyectos de largo plazo y no ofrecen certeza a los inversores», agregó.

Enfocados en 35 ciudades de más de 50 mil habitantes, la urgencia es transformarlas en ciudades visibles y menos contaminadas. «Se busca racionalizar el uso del auto, recuperar espacios públicos y fomentar el desarrollo de transporte masivo y sustentable», afirmó tras sostener que Mexicali y Querétaro se han conferido en ejemplo de calidad de vida y para las grandes zonas metropolitanas la contaminación se ha convertido en el mayor factor de riesgo en cuanto a calidad de vida.

A decir del funcionario, la mala oferta de transporte público afecta gravemente la competitividad y la calidad de vida de las ciudades, por ello el POTRAM incentiva el desarrollo de transporte público masivo en ciudades con más de 300 mil habitantes y a través del FONADIN está buscando realizar proyectos de transporte urbano masivo y con el apoyo del Banco Mundial generaron el programa de transformación de transporte urbano (PTTU) con créditos de obra pública y para programas de chatarrización.

La reglas de operación obligan la existencia de un plan integral de movilidad urbana sustentable, un ente gestor y la organización empresarial del transporte público, «tienen que ser proyectos técnica, económica, ambiental y socialmente sustentables, con una visión de largo plazo, que conduzcan y orienten dicha transformación», afirmó, además de subrayar que tales requerimientos no terminan de agradar a los gobiernos locales pero resultan imprescindible para solucionar los problemas de movilidad de las ciudades.

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