Bruselas, 20 oct (EFE).- El presidente francés, Emmanuel Macron, y el canciller alemán, Olaf Scholz, reafirmaron este jueves su voluntad de mantener una «estrecha» coordinación entre sus países y acordaron fijar «rápidamente» una nueva cumbre bilateral tras la suspensión por supuestas desavenencias de la prevista la semana próxima.
En un encuentro al margen de la cumbre de líderes europeos que se celebra este jueves y viernes en Bruselas, Macron y Scholz mantuvieron una reunión para reafirmar «la voluntad constante de ambos dirigentes de mantener una estrecha coordinación entre Francia y Alemania en la escena europea, así como en los asuntos bilaterales y de política exterior», según fuentes francesas.
En la cita, que se produce en el contexto de insistentes rumores de desavenencias entre ambos países, Macron y Scholz «debatieron la situación energética en Europa, con el mismo deseo de bajar los precios de la energía y preservar la unidad europea», añadieron las fuentes del Elíseo.
Precisamente la cumbre de dos días de la UE a la que asisten está dedicada en particular a la crisis energética agravada por la invasión rusa de Ucrania.
Ambos acordaron fomentar la continuación de los debates entre los ministros franceses y alemanes para que la próxima cumbre bilateral franco-alemana «sea lo más sustancial y ambiciosa posible, y que se pueda fijar rápidamente una nueva fecha», tras la suspensión de la que se estaba preparando para el día 26 de este mes por problemas de agenda de algunos ministros.
Según las fuentes galas, el presidente francés y el canciller alemán reafirmaron «su ambición común en varios aspectos estratégicos de la relación bilateral y expresaron su confianza en que las conversaciones en curso conducirán a un profundo fortalecimiento de la asociación».
Diversos asuntos han puesto en evidencia las diferencias entre Francia y Alemania en los últimos tiempos, empezando por la crisis energética.
París defiende que la UE ponga en marcha un mecanismo similar al de la llamada «excepción ibérica» para limitar el precio del gas que se utiliza para la generación de electricidad, mientras que Berlín es uno de los que se opone frontalmente.
Scholz, por su parte, lleva semanas dando su apoyo a España y Portugal con el proyecto de gasoducto MidCat, con lo que había aumentado la presión a Francia sobre este proyecto que querían que se construyera por los Pirineos catalanes y al que Macron se oponía con firmeza.
Pero esta conexión transpirenaica quedó hoy aparcada al llegar Francia, España y Portugal a un acuerdo para cambiarla por un «corredor de energía verde» que unirá Barcelona y Marsella.