Al igual que desde hace un año en Gaza, la población libanesa se encuentra desprotegida y huyendo por su vida en medio de ataques israelíes aéreos y terrestres indiscriminados que violan el derecho internacional, alerta la dependencia para los derechos humanos. En tanto, las agencias humanitarias apresuran la ayuda de emergencia.
El intenso bombardeo israelí de Beirut y el sur del Líbano, ligado a la guerra en Gaza, ha dado lugar a un desplazamiento masivo en los distritos del sur del país que limitan con Israel y los suburbios del sur de Beirut, muchos de los cuales se reducen ahora a escombros.
La Oficina de Derechos Humanos de la ONU informó este martes que tanto en Líbano como en Gaza la situación es crítica.
“En Líbano se observan ahora los mismos patrones de Gaza, que tienen un impacto horrendo en los civiles”, dijo Jeremy Laurence, portavoz de esa dependencia.
En conferencia de prensa en Ginebra, Laurence recordó que tres de los principios del derecho internacional humanitario son la distinción, la proporcionalidad y la necesidad de usar la fuerza militar, mismos que se están transgrediendo.
En un nuevo llamamiento para poner fin a la violencia en Gaza, Líbano y otros lugares, Laurence aseveró que los civiles pagan “el precio máximo”.
No podemos permitir que vuelva a suceder
“Ya sea el cierre de hospitales, el desplazamiento de un millón de personas, la muerte de civiles o el impacto en las escuelas; la devastación es inimaginable para todos los habitantes de Líbano, al igual que en Gaza. No podemos permitir que esto vuelva a suceder”, recalcó Laurence.
La ofensiva israelí contra Gaza ha dejado en un año casi 42.000 muertos, al menos 100.000 heridos y ha desarraigado a 1,9 millones de personas -más del 90% de la población del a Franja-, además de causar un enorme sufrimiento, una crisis humanitaria mayúscula y gran destrucción.
Las agencias de la ONU, en tanto, intensifican los trabajos para llevar ayuda de emergencia a los civiles desplazados, que se estiman en 1,2 millones, aunque las dificultades para completar esa tarea aumentan a medida que se recrudece la embestida israelí.
Se precisan recursos
“Es imposible satisfacer las necesidades de más de un millón de personas que han sido desarraigadas, desplazadas y desposeídas repentinamente sin que lleguen recursos adicionales”, explicó desde Beirut el director del Programa Mundial de Alimentos (PMA) en Líbano.
La ONU solicitó hace una semana 426 millones de dólares para la respuesta de emergencia en Líbano, pero hasta el momento ha recibido poco más de 12%.
La Oficina de Asuntos Humanitarios (OCHA) afirmó que Líbano enfrenta la peor crisis humanitaria en décadas y subrayó que necesita ayuda urgente.
Matthew Hollingworth agregó que los equipos de ayuda están comprometidos a socorrer a todos los necesitados, en particular a los más vulnerables, que son muchos puesto que la gente no tuvo más opción a abandonar sus casas sin nada dada la rápida escalada de violencia.
“Hemos escuchado casos horribles de avisos de evacuación forzosa que se emitieron con pocas horas para que la gente se preparara y partiera”, detalló.
Ya antes de que empezaran los bombardeos constantes, mucha gente se había desplazado en Líbano por temor a que los atropellos contra los civiles que venían viendo durante meses en Gaza sucedieran en Líbano.
Asistencia humanitaria
Según el PMA, más de 200.000 personas viven ahora en los 973 refugios formales ubicados en Beirut y el norte del país. Unos 773 de ellos “están absolutamente llenos”, apuntó Hollingworth, añadiendo que la gente del sur había decidido mudarse no sólo porque sus tierras y hogares habían sido destruidos, sino porque habían perdido “familia, amigos y comunidades y están extraordinariamente temerosos de lo que vendrá después”.
El PMA asiste a los desplazados distribuyendo 150.000 raciones de alimentos al día, además de hacer transferencias diarias de efectivo, pero la ayuda es insuficiente dada la magnitud de la crisis.
OCHA explicó que los niveles de pobreza del país se incrementaron dramáticamente tras la pandemia de COVID-19 y la explosión del puerto en Beirut en 2020. Además, Líbano acoge a más de un millón de refugiados sirios, en medio de una crisis política de larga duración.
Los trabajadores humanitarios de la ONU han insistido en la necesidad de mantener abierto el acceso terrestre, aéreo y marítimo a Líbano, que depende de las importaciones para la mayoría de sus insumos.
Ataques a la infraestructura sanitaria
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reportó que 17 ataques a la infraestructura y los trabajadores sanitarios desde el 16 de septiembre han dejado 65 muertos y 42 heridos. Como consecuencia, más de 96 centros de atención médica y centros de salud han debido cerrar en el sur.
Cinco hospitales no están funcionando “debido a daños físicos o de infraestructura”, apuntó Ian Clarke, director adjunto de la OMS para Líbano.
Desde Beirut, Clarke abundó que otros cuatro hospitales han sido parcialmente evacuados para mantener los servicios de emergencia, y los pacientes que necesitan diálisis crítica y atención oncológica han sido derivados a otros hospitales.
Para respaldar la atención sanitaria a los libaneses, el Fondo para la Infancia (UNICEF) brinda suministros médicos a dos millones de personas.
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