6 jun (Reuters) – El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, calificó el lunes de «sin precedentes» la medida adoptada por tres países de Europa del Este para impedir que su avión viajara a Serbia y añadió que aún no había recibido una explicación de su decisión.
Dijo que, en su lugar, invitaría a su homólogo serbio a visitarle en Moscú y añadió: «Lo principal es que nadie podrá destruir nuestras relaciones con Serbia».
Bulgaria, Macedonia del Norte y Montenegro cerraron su espacio aéreo a un avión oficial que habría llevado al máximo diplomático de Moscú a Belgrado el lunes.
El Kremlin lo calificó de acción hostil.
Lavrov dijo a los periodistas: «Si una visita del ministro de Asuntos Exteriores ruso a Serbia se ve en Occidente como algo parecido a una amenaza a escala universal, entonces las cosas en Occidente están claramente muy mal».
El ministro del Interior de Serbia, Aleksandar Vulin, dijo que lamentaba profundamente «la obstrucción» de la visita de Lavrov, a quien describió como «un gran y probado amigo de Serbia».
«Un mundo en el que los diplomáticos no pueden buscar la paz es un mundo en el que no hay paz. Los que impidieron la llegada de Serguéi Lavrov no quieren la paz, sueñan con derrotar a Rusia», dijo Vulin en un comunicado.
«Serbia está orgullosa de no formar parte de la histeria antirrusa y los países que sí lo hacen tendrán tiempo de avergonzarse».