Uno de los puntos álgidos de la política mexicana se encuentra en el Estado de Oaxaca con el movimiento magisterial. No hay base ninguna de negociación política ni de diálogo contra la intrasingencia de la sección 22, base de la Coordinadora Magisterial (CNTE), que surgió como disidente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.
Los continuos bloqueos, las manifestaciones magisteriales y la coacción contra los maestros que no comulgan con los intereses y estrategias de la CNTE, han provocado el mayor rezago educativo en una entidad con grandes desigualdades sociales por razones de realidad económica y grupos étnicos.
Pero no podría haber llegado a este nivel sin la complicidad de los gobernadores que han jugado con «grilla» en favor de los maestros disidentes permitiéndoles grandes privilegios. El mismo líder de la CNTE lo reconoció cuando denunciado por «Mexicanos primero» por cobrar sueldo de maestro sin serlo, contestó «Es que la SEP me paga para hacer política»
Una política sin razón, sin respeto a la sociedad, ni a su compromiso a favor de la educación, ni a sus compañeros que ejerciendo su libertad de presentar el examen fueron rapados en un acto de denigración.
Hoy la solución que plantea es muy sencilla. Desaparecer el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) donde la mafia de la CNTE ha tomado el control del sistema educativo oaxaqueño. Se propone que ahora se constituya la Secretaría de Educación Pública del Estado de Oaxaca, con lo cual se abre la puerta a darle la viabilidad jurídica a la Reforma Educativa, pero también, extinguir los privilegios y control de la CNTE.
Hacemos un voto de confianza que tampoco tiene puntos ciegos. La solución parece muy sencilla, desaparecer y aparacer una nueva institución con todo un marco jurídico nuevo. De nada servirá este intento de recobrar el rumbo si no se fincan las responsabilidades civiles o penales en contra de quienes daña a la sociedad, ponen en peligro la formación integral de los niños y alteran el marco jurídico vigente.