En vísperas de una cumbre en Tanzania donde se abordará la ofensiva del M23, apoyado por las fuerzas ruandesas, el titular de la ONU hace un llamamiento a detener la escalada y respetar el derecho internacional. Los informes apuntan a abusos contra los derechos humanos, incluida la violencia sexual, el reclutamiento forzoso y la interrupción de ayuda.
“Silencien las armas. Detengan la escalada. Respeten la soberanía y la integridad territorial de la República Democrática del Congo. Respeten el derecho internacional de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario”, pidió este jueves el Secretario General de las Naciones Unidas durante un encuentro con la prensa en la sede de Nueva York.
António Guterres se refirió a la Cumbre en Tanzania que comenzará mañana, donde se reunirán los líderes de la Comunidad de África Oriental y de la Comunidad de Desarrollo de África Austral. El tema central será abordar la crisis ante la ofensiva del M23, apoyado por las Fuerzas de Defensa ruandesas.
“No hay solución militar. Es hora de que todos los signatarios del Marco de Paz, Seguridad y Cooperación para la RDC y la región cumplan sus compromisos. Ha llegado la hora de la mediación”, insistió.
Asesinatos, desplazamientos y violaciones de los derechos humanos
El titular de la ONU indicó que miles de personas han sido asesinadas, entre ellas mujeres y niños, y cientos de miles se han visto obligadas a abandonar sus hogares en el este del país.
Según los reportes, cientos de miles de personas se están desplazando, y muchos de los anteriores lugares de acogida de desplazados al norte de la ciudad de Goma (provincia de Kivu del norte) han sido saqueados, destruidos o abandonados.
Además, los centros sanitarios están desbordados. Y otros servicios básicos, como escuelas, agua, electricidad, líneas telefónicas e internet, están gravemente limitados.
“Todo ello está teniendo un enorme coste humano”, dijo el Secretario General, añadiendo que también están observando “la amenaza continua de otros grupos armados, congoleños o extranjeros”.
Los innumerables informes sobre el conflicto reportan, además, abusos contra los derechos humanos, incluida la violencia sexual y de género, el reclutamiento forzoso y la interrupción de la ayuda vital.
Guterres rindió homenaje a todos los que han perdido la vida, incluidos los cascos azules de la misión de mantenimiento de paz en el país (MONUSCO) y las fuerzas regionales.
También expresó su solidaridad con el pueblo congoleño, “que vuelve a ser víctima de un ciclo de violencia que parece no tener fin”.
Extensión del conflicto en la región
El titular de la ONU participará la semana que viene en una Cumbre del Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana en Addis Abeba, Etiopía, en la que la crisis también ocupará un lugar destacado.
“Necesitamos el papel activo y constructivo de todos los actores: los países vecinos, las organizaciones subregionales, la Unión Africana y las Naciones Unidas. Actuemos todos juntos por la paz”, dijo al respecto, advirtiendo que el conflicto sigue haciendo estragos en la provincia Kivu del Sur “y corre el riesgo de extenderse a toda la región”.
“Es hora de poner fin a esta crisis. Ha llegado la hora de la paz. Hay demasiado en juego”, concluyó.
Expertos piden ayuda humanitaria urgente y una solución política
Por otra parte, expertos de la ONU* expresaron este jueves su honda preocupación por las “urgentes necesidades de protección y las terribles condiciones de vida de los civiles desplazados” en la zona este del país, especificando que ésta es “rica en minerales”.
El grupo** expresó su profunda alarma por los informes de ataques indiscriminados y asesinatos selectivos de civiles, incluso por su origen étnico, ejecuciones sumarias, graves incidentes de violencia sexual contra mujeres y niñas, civiles sometidos a reclutamiento y trabajos forzados, y detención arbitraria de desplazados confundidos con rebeldes.
Al menos dos campos de desplazados han sido bombardeados, y varios emplazamientos han quedado parcial o totalmente vacíos al huir las familias del conflicto, mientras que otros han sido cerrados a la fuerza por el M23, “en flagrante violación del derecho de los desplazados internos a soluciones seguras, voluntarias y dignas”.
Muchos desplazados internos se han visto obligados a dormir en tiendas improvisadas o a la intemperie. Más aún, hay una grave escasez de alimentos y refugio. No hay electricidad ni agua potable, lo que aumenta el riesgo de brotes infecciosos en una región propensa a las epidemias, señalaron.
Llamamiento a la comunidad internacional a proteger a los civiles
Los expertos instaron a la comunidad internacional a redoblar esfuerzos y fondos para ayudar al Gobierno de la RDC a proteger y asistir a los desplazados.
También subrayaron la necesidad de una solución política a largo plazo, y de que se investiguen las violaciones y se exijan responsabilidades por ellas, incluso mediante nuevas investigaciones de la Corte Penal Internacional y la próxima sesión especial del Consejo de Derechos Humanos.
Los expertos pidieron al M23 que detuviera sus avances militares y a la RDC que intensifique sus esfuerzos para proteger a los desplazados. También se hicieron eco del llamamiento del Secretario General para que Ruanda cese su apoyo al M23 y se retire del territorio congolés.
La intensificación de las hostilidades entre el grupo armado M23, respaldado por Ruanda, y las fuerzas armadas de la RDC, apoyadas por milicias aliadas y mercenarios y otros actores, han desplazado al menos a 700.000 personas, matado al menos a 900 y herido a más de 2000 en Goma y sus alrededores desde principios de enero.
*Los expertos: Paula Gaviria Betancur, relatora especial sobre los derechos humanos de los desplazados internos; Tomoya Obokata, relator especial sobre la esclavitud; Balakrishnan Rajagopal, relator especial sobre el derecho a una vivienda adecuada; Albert Kwokwo Barume, relator especial sobre los derechos de los pueblos indígenas; Pedro Arrojo-Agudo, relator especial sobre el derecho al agua y al saneamiento; Jovana Jezdimirovic Ranito (presidenta-relatora); Ravindran Daniel, Michelle Small, Joana de Deus Pereira, Andrés Macías Tolosa, Grupo de Trabajo sobre mercenarios; Laura Nyirinkindi (presidenta), Claudia Flores (vicepresidenta), Dorothy Estrada Tanck, Ivana Krstić, y Haina Lu, Grupo de Trabajo sobre la discriminación de las mujeres y las niñas; Reem Alsalem, relatora especial sobre la violencia contra las mujeres y las niñas; Alice Jill Edwards, relatora especial sobre la tortura; Nicolas Levrat, relator especial sobre cuestiones de las minorías; Morris Tidball-Binz, relator especial sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias; Fortuné Gaetan Zongo, relator especial sobre Burundi; George Katrougalos, experto independiente sobre el orden internacional.
**Los relatores especiales, expertos independientes y Grupos de Trabajo forman parte de lo que se conoce como Procedimientos Especiales del Consejo de Derechos Humanos. Los Procedimientos Especiales, que constituyen el mayor cuerpo de expertos independientes del sistema de derechos humanos de la ONU, es el nombre general de los mecanismos independientes de investigación y supervisión del Consejo que se ocupan de situaciones específicas de países o de cuestiones temáticas en todo el mundo. Los expertos de los Procedimientos Especiales trabajan de forma voluntaria; no son personal de la ONU y no reciben un salario por su trabajo. Son independientes de cualquier gobierno u organización y prestan sus servicios a título individual.
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