Expertos en derechos humanos señalan que muchas personas de ascendencia africana y latinoamericana fueron detenidas sin motivo razonable y torturadas para que firmaran confesiones de delitos muy graves, incluido el homicidio. Además, persisten tanto las barreras sistémicas que les impiden acceder a los procedimientos para demostrar su inocencia y obtener reparación, como la impunidad.
Expertos de la ONU* pidieron este lunes que se tomen más medidas para poner remedio a la violencia policial racializada y a la mala conducta de las fuerzas del orden y del sistema de justicia penal de Chicago contra personas de ascendencia africana y latina en Estados Unidos.
“Chicago tiene un largo historial de uso de la tortura por parte de funcionarios encargados de hacer cumplir la ley para obtener confesiones sobre delitos graves”, declararon los expertos**. “Estas atroces presuntas violaciones de derechos humanos parecen estar enraizadas en gran medida en el racismo sistémico y han afectado de forma desproporcionada a personas de ascendencia africana y latinoamericana”.
Los expertos subrayaron el impacto devastador de estas prácticas en las personas y las comunidades. “Según los informes, muchas personas de ascendencia africana y latinoamericana, algunas de las cuales eran niños en ese momento, fueron detenidas sin motivo razonable y torturadas para que firmaran confesiones de delitos muy graves, incluido el homicidio”, afirmaron.
“Según los informes, estas confesiones, así como el racismo sistémico generalizado y la mala conducta policial en el sistema de justicia penal de Chicago, han dado lugar a muchas condenas y encarcelamientos injustos de personas, a menudo durante periodos de tiempo extremadamente largos y sin acceso adecuado a atención médica, incluso para personas mayores y supervivientes de tortura”, señalaron los expertos.
“Se han robado vidas, con un importante efecto dominó dentro de las comunidades”, afirmaron.
Reparación lenta e impunidad
Chicago ha tomado medidas para abordar las violaciones de derechos humanos denunciadas, como una disculpa pública y la creación de la Comisión de Investigación y Ayuda contra la Tortura, para reconocer, remediar y prevenir la tortura y la mala conducta policial.
Aunque acogieron con satisfacción estas importantes iniciativas, los expertos expresaron su preocupación por el hecho de que los esfuerzos para abordar los abusos hayan sido fragmentados y su aplicación demasiado lenta.
Además, los expertos expresaron su preocupación por el hecho de que las personas afectadas sigan encarceladas o no puedan rehacer sus vidas debido a las barreras sistémicas que les impiden acceder a los procedimientos para demostrar su inocencia y obtener reparación y recursos completos.
También expresaron su preocupación por el hecho de que los informes indican que estas presuntas violaciones de derechos humanos se han producido en gran medida con impunidad. “Las personas implicadas en estas violaciones de derechos humanos no han rendido cuentas”, afirmaron los expertos.
“Una sociedad justa debe abordar los errores del pasado y poner en marcha todas las medidas necesarias para evitar que se repitan”, afirmaron los expertos, e instaron a las autoridades federales, estatales y locales competentes a tomar medidas inmediatas y exhaustivas para abordar y remediar plenamente la situación en la ciudad.
Además, se pusieron en contacto con el gobierno de Estados Unidos para abordar estas acusaciones y aclarar sus obligaciones en virtud del derecho internacional.
*Los expertos son Ashwini K.P., relatora especial sobre las formas contemporáneas de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia; Alice Jill Edwards, relatora especial sobre la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes; Barbara G. Reynolds (presidenta), Bina D’Costa, Miriam Ekiudoko, Grupo de Trabajo de Expertos sobre los Afrodescendientes; Mecanismo Internacional de Expertos Independientes para promover la justicia y la igualdad racial en la aplicación de la ley; Tlaleng Mofokeng, relatora especial sobre el derecho a la salud; Claudia Mahler, experta independiente sobre los derechos humanos de las personas de edad.
**Los relatores especiales forman parte de lo que se conoce como Procedimientos Especiales del Consejo de Derechos Humanos. Procedimientos Especiales, el mayor órgano de expertos independientes del sistema de derechos humanos de la ONU, es el nombre general de los mecanismos independientes de investigación y supervisión del Consejo que se ocupan de situaciones específicas de países o de cuestiones temáticas en todo el mundo. Los expertos de los Procedimientos Especiales trabajan de forma voluntaria; no son personal de la ONU y no reciben un salario por su trabajo. Son independientes de cualquier gobierno u organización y prestan sus servicios a título individual.
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