Al celebrarse el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, el titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), Enrique Castillo Ruz, declaró que esta situación priva a miles de niñas, niños y adolescentes del goce de los derechos más elementales y de una educación que les permita tener un mejor futuro
El funcionario expuso que en Yucatán se registra un descenso en este aspecto, pues la tasa de ocupación es de 8.4 por ciento y se ha mantenido así desde 2013, en comparación con el 13.3 de 2007 y el 10.5 de 2011. La cifra actual representa un total de 40 mil 423 afectados, se encuentra por debajo de la media nacional de 8.6 por ciento y ubica a Yucatán en la posición número 16 de los estados con menores índices en este rubro.
En el panorama nacional, los motivos por los que menores deciden trabajar son para pagar su escuela o gastos propios, porque es necesario para su hogar, por gusto, para ayudar al sostenimiento de sus familias o para aprender un oficio. Se ocupan mayormente en los sectores agropecuario, de comercio y de servicios, la industria y el ramo de la construcción.
El secretario expuso que muchas familias requieren a los infantes que trabajen para complementar los gastos del hogar, pero al hacerlo dejan de ir a la escuela, lo que termina afectándolos, porque al crecer y volverse adultos, tendrán menos preparación y menos oportunidades de obtener mejores ingresos.
Recordó que en 2014 se creó en Yucatán la Comisión Interinstitucional para la Prevención y Erradicación del Trabajo infantil y la Protección de Adolescentes Trabajadores del Estado, en la que participaron instancias estatales, federales y de la sociedad civil organizada, así como los sectores educativo, empresarial y sindical.
Asimismo, Castillo Ruz destacó que entre las estrategias emanadas de este organismo está el fortalecimiento de las capacidades productivas de las familias con menores que trabajan, a fin de hacer sostenibles sus ingresos por medio de programas de formación y empleabilidad.
Finalizó señalando la necesidad de adecuar la oferta educativa y hacerla accesible con programas de alternancia o de apoyo para niñas, niños y adolescentes, con tal de generar opciones para el aprovechamiento del tiempo libre de los beneficiarios.