París, 18 jul (EFE).- La Asamblea Nacional francesa, fragmentada en tres grandes grupos (izquierda, centro y ultraderecha), inició este jueves una tensa legislatura cuyo primer escollo es la elección de la presidencia de la cámara, en la que hasta al menos cuatro candidatos tienen opciones de vencer.
Naïma Moutchou (centrista del partido del exprimer ministro Édouard Philippe), Charles de Courson (del grupo de centristas independientes), la macronista Yaël Braun-Pivet (presidenta entre 2022 y 2024) y el veterano comunista André Chassaigne (por la coalición de izquierdas) son los aspirantes con más probabilidades, dijo a EFE la diputada macronista Éleonore Caroit.
También se presentan el representante de la derecha clásica de Los Republicanos (LR), Philippe Juvin, y el ultraderechista del partido de Marine Le Pen, Sébastien Chenu.
“Tenemos un escrutinio que es muy particular, primera y segunda vuelta tienes que tener una mayoría de más de un 50% y la tercera vuelta es el que llegue de primero. Entonces, todas las alianzas son posibles”, estimó Caroit, representante de los electores franceses residentes en América Latina.
Los más probable es llegar a la tercera vuelta, por lo que la elección sucederá en torno a las 21 horas locales (19.00 GMT).
Debido al cordón sanitario de los macronistas y de la coalición de izquierdas Nuevo Frente Popular (NFP) contra la Agrupación Nacional (RN) de Le Pen, Chenu está prácticamente descartado de la carrera.
Sobre el papel, Chassaigne, del NFP, es el favorito por ser el candidato del grupo mayoritario en la Cámara Baja, con cerca de 200 diputados del total de 577, por delante de los de Macron (unos 160) y Le Pen (140).
Por ello, se antojan decisivos los posicionamientos de los conservadores de LR (65 parlamentarios) y, sobre todo, del RN, quien podría allanar la elección en tercera vuelta si se abstiene, por ejemplo, en la votación de un candidato centrista.
Caroit defendió la reeleción Braun-Pivet porque “tiene esa experiencia y ha demostrado su capacidad de hacer que funcione” la Asamblea, aunque reconoció que su nombramiento podría levantar dudas por la legitimidad del nombramiento, teniendo en cuenta que el macronismo perdió en las legislativas del 7 de julio una centena de diputados.
El ultraderechista José González (81 años), fue el encargado de levantar el telón de los trabajos legislativos por ser el diputado más veterano de la Asamblea.