Notipress.- En las recientes elecciones legislativas celebradas este 7 de julio de 2024 en Francia, el Nuevo Frente Popular (NFP) de izquierda emergió como la fuerza política dominante en la Asamblea Nacional, según diversos institutos de sondeos. Con un notable número de escaños, el NFP dejó atrás al bloque macronista y a la ultraderecha de Marine Le Pen, reconfigurando el panorama político del país.
Según las proyecciones de los principales institutos demoscópicos, el NFP obtiene entre 160 y 215 diputados, mientras que el bloque macronista logra entre 150 y 180 escaños, y la ultraderecha queda relegada a la tercera posición con entre 115 y 152 escaños. Estas cifras resultan sorprendentes, dado que la ultraderecha había ganado holgadamente la primera vuelta con el 33,15% de los votos y se mantenía como favorita en las proyecciones hasta el final de la campaña.
Jean-Luc Mélenchon, líder de la izquierda radical francesa, exigió al presidente Emmanuel Macron el nombramiento de un primer ministro de la alianza de izquierdas. Subrayó que “los resultados confirman la derrota del presidente y de su coalición” y que el nuevo jefe de Gobierno debe ser del NFP y aplicar su programa íntegramente.
Gabriel Attal, el actua prier ministro, anunció su dimisión y expresó su disposición para dirigir el Ejecutivo de forma provisional ante la situación de bloqueo parlamentario. Attal destacó, “nuestro país afronta una situación política sin precedentes y se prepara a acoger al mundo en algunas semanas”, en referencia a los Juegos Olímpicos de París que comienzan el 26 de este mes.
El Partido Socialista (PS), que formó parte de la coalición NFP, advirtió que no aceptará ninguna coalición que traicione el voto de los franceses y prolongue las políticas macronistas. Olivier Faure, primer secretario del PS, señaló que “Francia merecía más que la alternativa entre neoliberalismo y fascismo”, destacando la necesidad de una auténtica refundación que repare las divisiones del país.
François Hollande, expresidente socialista, instó a la izquierda a mostrar responsabilidad, ya que, aunque hayan conseguido la primera posición, no tienen una mayoría absoluta. Hollande afirmó, el resultado “nos da satisfacción” porque la extrema derecha ha quedado relegada, pero también impone una responsabilidad para implementar el programa de la izquierda.
El escenario político francés se encuentra en un punto crucial, con el NFP como la fuerza dominante, el bloque macronista en segundo lugar, y la ultraderecha en tercera posición. La situación plantea un desafío significativo para la gobernabilidad y la implementación de políticas en un contexto de profunda división.