Por Belén Carreño y Jesús Aguado
MADRID, 15 sep (Reuters) -El Gobierno español está abierto a modificar un proyecto de ley sobre un impuesto extraordinario a los bancos y a las grandes empresas energéticas para asegurar que no tenga un impacto negativo en la estabilidad financiera del país y esté en consonancia con las propuestas europeas, dijeron las ministras de Economía y Hacienda el jueves.
En julio, la coalición de izquierdas que gobierna España presentó un proyecto de ley en el Parlamento para crear una tasa temporal sobre los bancos y las grandes empresas energéticas, con el objetivo de recaudar 7.000 millones de euros hasta 2024 para aliviar las presiones del coste de la vida.
Refiriéndose al proyecto de ley sobre los bancos, la ministra de Economía, Nadia Calviño, dijo en un acto empresarial que la legislación se modificaría finalmente en el Parlamento «para poder financiar todas las medidas de apoyo a los ciudadanos y las clases medias y trabajadores».
El martes, el Congreso de los Diputados aceptó el proyecto de ley para su debate. La coalición gobernante quiere que la legislación se apruebe antes de fin de año.
«Tenemos que asegurarnos de que no tiene ningún impacto negativo desde el punto de vista de la estabilidad financiera, eso es evidente», dijo Calviño.
Las acciones de los bancos españoles eran las más rentables del índice IBEX-35, ya que Caixabank, Sabadell, y Bankinter subían alrededor de un 4%. Las acciones de las entidades bancarias más grandes y diversificadas geográficamente, como Santander y BBVA, avanzaban un 3% y un 2%, respectivamente, por las expectativas de cambios en el proyecto de ley.
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ya ha insinuado que el BCE podría emitir una opinión negativa sobre el impuesto.
Mientras que el impuesto propuesto para los bancos conlleva una carga del 4,8% sobre el margen de intereses y las comisiones netas de los bancos, el gravamen sobre las empresas energéticas incluye un impuesto del 1,2% sobre las ventas de las empresas eléctricas.
El jueves, la ministra española de Hacienda, María Jesús Montero, también abrió la puerta a cambiar el impuesto propuesto para las empresas eléctricas y energéticas.
Preguntada por si España podría cambiar el proyecto de ley para gravar los beneficios en lugar de las ventas, Montero dijo a la cadena de televisión privada Antena 3: «Es evidente que si Europa adopta una decisión en ese sentido, nosotros ajustaremos nuestro impuesto a lo que Europa plantee».
La Comisión Europea esbozó el miércoles un conjunto de medidas de emergencia, diciendo que introduciría un impuesto temporal sobre los beneficios extraordinarios de las empresas de petróleo, gas, carbón y refino, que se aplicaría al 33% de los excedentes imponibles de estas empresas a partir de 2022.
Las acciones de Repsol bajaban un 1,6%, mientras que las de Iberdrola caían un 0,33%