Me llama mucho la atención de que el concepto, objeto y aplicación de los derechos humanos en nuestro país no ha tenido la trascendencia esperada en el nivel societario y gubernamental del país, sinceramente la institución de derechos humanos como lo es la Comisión Nacional de Derechos Humanos, queda de verdad chica a los desastres sociales que se presentaron en días pasados en cierto Estado de la República.
El famoso caso Giovanni, que ha desatado una controversia y al mismo tiempo solidaridad por parte de los organismos y activistas sociales sobre el abuso de autoridad por parte de los cuerpos policiacos en el Estado de Jalisco a la persona antes citada, por el hecho de no haber cumplido con las medidas de seguridad y sanidad del ya nombrado y renombrado coronavirus; el caso concreto, no portar y tener cubreboca puesto generando así su traumatismo craneoencefálico que lo orilló hasta la muerte ocasionado por la seguridad pública.
No es nuevo el abuso de autoridad, y el concepto siempre es adjudicado al sistema de seguridad pública en los tres niveles de gobierno, cuantos de nosotros hemos pasado y vivido esta figura de dominio público desde que salimos de nuestros hogares, hasta en espacios y plazas en los que se encuentran presentes dichos elementos, la soberbia y prepotencia son principales características del abuso de autoridad, se podría justificar que el entrenamiento de disciplina hace al policía actuar de dicha manera. Pero también hay que reconocer que existen elementos de la propia corporación que han llevado hasta la muerte sus casos dentro del cumplimiento de su deber, sin embargo no son los dueños de las calles, ni tampoco entrar en el dominio de las personas, recordemos casos de algunos ayeres como los 43 normalistas de Ayotzinapa, casos históricos como Radilla Pacheco, y no dudo que Giovanni López sea un caso trascendental llevado hasta la Corte Interamericana de los Derechos Humanos.
Pero lamentablemente las manifestaciones de la ciudadanía es el mismo comportamiento del que denomino abuso social, que nosotros mismos hemos adoptado de las acciones del propio ejecutivo, no podemos exigir justicia si nosotros mismos hacemos que el actuar en tribunales sinceramente no procederán los casos, recordemos la marcha de un día sin nosotras que llevaron a causar daños al patrimonio cultural e histórico que caracteriza a nuestra nación, actos de vandalismo que mancharon el objetivo real de la marcha de un día sin nosotras, e igualmente el realizar la manifestación del caso Giovanni ha generado destrozos al propio Estado de Jalisco. En mi particular opinión las últimas manifestaciones son la decadencia de nosotros mismos como sociedad.
Como lo he señalado en anteriores colaboraciones, el coronavirus ha venido a desenmascarar que no estamos preparados como raza humana a pesar de los múltiples acontecimientos sociales históricos, ni siquiera como sector, seas feminista, machista, transexual, conservador, liberal, me refiero a raza humana, que tanto tú como yo tenemos la misma gracia de generar una mejor sociedad en cada trinchera que nos toca, en la libertad que tienes para que la institución en la que perteneces trascienda, de la misma manera tienes la obligación de que la institución sea digna de respetarse por los demás sectores sociales.
El abuso de autoridad y el abuso social, dos conceptos que generan una decadencia en el país
