Notipress.- Karina, quien trabajó durante más de 12 años en una universidad, fue despedida en 2022 tras denunciar a su jefe por acoso laboral. La denuncia surgió luego de que Karina apoyara a una colega que previamente había denunciado al mismo jefe por violencia de género. El comité de convivencia de la universidad no tramitó su queja, y la institución decidió no renovar su contrato.
La Corte, al estudiar el caso, no pudo determinar si Karina fue víctima de acoso laboral. No obstante, reconoció que los actos denunciados se alinean con la violencia de segundo orden o violencia de género aislante, un tipo de agresión dirigida a quienes apoyan a víctimas de violencia de género. La Corte destacó que estas represalias buscan aislar a las víctimas, disuadiendo a terceros de ofrecerles apoyo.
La decisión del tribunal concluyó que la no renovación del contrato fue una retaliación por su queja, lo que llevó a ordenar el reintegro de Karina, además del pago de salarios y prestaciones sociales adeudadas. Asimismo, la universidad deberá realizar un diagnóstico del ambiente laboral con enfoque de género y adoptar un protocolo para prevenir y atender casos de acoso laboral.