A un mes y diez días de las elecciones presidenciales en Venezuela, el régimen no solamente ha fallado en producir la menor evidencia de resultado electoral, sino que ha forzado el exilio del candidato Edmundo González -quien, teniendo en cuenta lo ocurrido desde la fecha de la elección, es indudable que ganó las mismas- a partir de citaciones no fundamentadas a la Fiscalía y amenazas de encarcelamiento. Es obviamente condenable y repudiable esta acción del régimen autoritario venezolano.
Es decir, todo ha sido conforme se esperaba de ellos. Hace unos días decíamos que era ridículo que se hubiera esperado elecciones libres, justas y transparentes de ese Consejo Nacional Electoral (CNE), como es ridículo esperar justicia de los diferentes actores del sistema de justicia venezolano. Por lo tanto, Edmundo González hizo solamente lo que correspondía en esta oportunidad, Venezuela definitivamente no necesita ni un solo preso político más, ni un solo torturado más, no necesita ni una víctima más de violaciones sistemáticas de derechos humanos. Sabemos lo que son las cárceles del régimen y sabemos la triste naturaleza humana de la cadena de mando de la represión dictatorial.
En este proceso electoral que no ha terminado, todavía debemos seguir trabajando para que el verdadero ganador de las elecciones del 28 de julio pasado asuma la Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela en enero del año que viene. Los objetivos que perseguimos de defensa de la democracia y los derechos humanos deben continuar y nuestro empeño debe ser mayor cuanto peores sean las circunstancias.
Boletín de prensa