Puertas abiertas en el entorno digital: un problema que persiste
Notipress.- La práctica de compartir contraseñas continúa siendo una de las principales brechas de seguridad para las organizaciones, según un reciente análisis presentado por Akamai Technologies. A pesar de los avances en ciberseguridad y las advertencias reiteradas durante años, la tendencia de facilitar accesos comunes entre múltiples usuarios persiste en diversas industrias, exponiendo a las empresas a riesgos significativos.
Un estudio publicado en el blog de Akamai revela que las credenciales compartidas amplían innecesariamente la superficie de ataque. Al no mantener un control individualizado sobre los accesos, resulta casi imposible auditar acciones específicas o detectar de manera oportuna actividades maliciosas. Este tipo de vulnerabilidades permite a los atacantes explotar un solo punto de acceso para comprometer sistemas enteros.
Dentro del entorno empresarial, las credenciales suelen ser transmitidas entre empleados, proveedores externos o colaboradores temporales sin medidas de seguridad adecuadas. Akamai señala que esta práctica no solamente vulnera políticas internas, sino que además facilita escenarios de fuga de datos, robo de información y suplantación de identidad, todos ellos con consecuencias potencialmente devastadoras.
Según Akamai, uno de los factores que perpetúa esta práctica es la falta de implementación de soluciones de gestión de identidad y acceso (IAM). Estas herramientas permiten administrar de forma segura los privilegios de los usuarios, proporcionando control granular y registro detallado de todas las actividades. Sin estos mecanismos, las organizaciones dependen de métodos inseguros como hojas de cálculo o mensajería instantánea para distribuir contraseñas, lo cual agrava la exposición al riesgo.
Durante la investigación, Akamai destaca casos donde el uso de credenciales compartidas condujo a incidentes de seguridad que pudieron haberse evitado. Además, resalta la importancia de adoptar políticas de acceso basadas en el principio de mínimo privilegio, asegurando que cada usuario obtenga únicamente los permisos estrictamente necesarios para su función.
Los expertos de Akamai enfatizan que no basta con establecer contraseñas robustas si estas son compartidas sin control. La recomendación se orienta hacia la implementación de autenticación multifactor (MFA) y el monitoreo constante de los accesos a sistemas críticos. Estas acciones no solo reducen el riesgo de accesos no autorizados, sino que también permiten una respuesta más rápida ante posibles incidentes.
Asimismo, el reporte subraya la necesidad de educar al personal sobre las consecuencias de compartir credenciales. Promover una cultura de seguridad en todos los niveles de la organización resulta esencial para disminuir prácticas inseguras que comprometen los activos digitales.
De este modo, el uso compartido de contraseñas continúa representando una amenaza importante en el panorama de ciberseguridad actual. Akamai reitera que mitigar estos riesgos requiere una combinación de tecnología adecuada, políticas claras y concientización constante entre todos los actores involucrados en el ecosistema empresarial.