home Internacionales, Perspectiva de género Cómo convertir a los trabajadores de la construcción en aliados para detener el acoso sexual a las mujeres

Cómo convertir a los trabajadores de la construcción en aliados para detener el acoso sexual a las mujeres

«Vivimos en una cultura machista que debemos cambiar y depende de nosotros hacerlo. Una mirada inadecuada, conductas y palabras no deseadas son parte del problema. Ninguna mujer merece sentirse acosada. Debemos educar a nuestros hijos para detener el acoso sexual contra las mujeres», asegura el costarricense Jonathan Mejía.

Sus palabras, no son las de un funcionario de las Naciones Unidas. Tampoco las de un experto en temas de violencia contra las mujeres. Es la reflexión de un trabajador de la construcción que hoy es consciente de lo que significa el acoso sexual y que ha decidido tomar medidas para frenarlo.

Cambiar lo que antes veíamos normal

Jonathan Mejía tiene 42 años y se dedica desde los 16 a la albañilería y la construcción. En todos sus años de trabajo no le resultaba extraño que las mujeres que pasaban por una obra fueran víctimas de todo tipo de palabras vulgares, ofensas, silbidos y acoso.

Ahora, este trabajador de la construcción se ha dado cuenta de que sus propias hijas y esposa han sido víctimas del acoso callejero. Tiene claro que se han sentido inseguras y atacadas en la calle y hasta en sus centros de trabajo por lo que les han dicho otros hombres.

El haber participado en una capacitación para prevenir el acoso sexual le cambió la perspectiva de vida a Jonathan y hoy es un líder entre sus compañeros de trabajo que está dispuesto a intervenir y «jalarles el aire» (regañarlos y hacerles ver su error) si llega a observar una actuación inadecuada de ellos.

«Gracias a la educación y la capacitación que recibí en el proyecto, hoy tengo las herramientas para cambiar las actitudes negativas de acoso sexual hacia las mujeres. Me di cuenta de que es un delito y que causa daño», señaló Mejía.

Teatro, juegos de rol y reflexión

 Jonathan y otros 72 trabajadores recibieron en las últimas semanas talleres de sensibilización contra el acoso y hostigamiento sexual callejero. Ellos son parte de la empresa Turbina, contratista de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS), que tiene a cargo el proyecto de Alcantarillado Sanitario, tratamiento y disposición de aguas residuales del Puerto Viejo de la localidad de Limón. 

Por medio dinámicas como juegos de roles, representaciones teatrales y espacios de reflexión, este grupo de trabajadores comenzó a identificar comportamientos de violencia contra las mujeres que hasta ese momento les parecían muy naturales.

Dado que estas formas de violencia contra la mujer como los improperios, los silbidos y los tocamientos se han naturalizado y se vivencian como juegos de la masculinidad, la Oficina de Servicios para Proyectos quiso crear espacios participativos, donde se pudieran deconstruir esos patrones y mostrar cómo afectan a todas las mujeres. 

Los talleres de masculinidad y prevención del acoso fueron impartidos por la Fundación Justicia y Género, en colaboración con esa entidad de la ONU y con el apoyo del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados de Costa Rica.

Con ellos, ya son casi 400 los trabajadores de grandes obras de infraestructura en el país que aprenden nuevos modelos de masculinidad y se comprometen a sumarse a la campaña de Tolerancia Cero Contra el Acoso Callejero impulsada desde la Oficina de la ONU.

Sin medidas contra el acoso no hay contrato

En la actualidad, esta agencia desarrolla cinco grandes obras de infraestructura pública en Costa Rica y todos los trabajadores que participan de ellas, deben cumplir con estos talleres de formación.

Alejandro Rossi, representante de UNOPS en Costa Rica, explicó que para el sector de infraestructura, las empresas constructoras con contratos gestionados por su Oficina deben incorporar acciones de sensibilización sobre masculinidad positiva, contra el acoso y el hostigamiento sexual. 

«Desde la Oficina de Servicios para Proyectos de la ONU en Costa Rica garantizamos un enfoque de igualdad entre mujeres y hombres promoviendo acciones que contribuyan a disminuir las brechas existentes y  estableciendo espacios seguros para las mujeres, con normas claras y rigurosas, pero trabajando también con los equipos propios y de nuestras firmas contratistas para asegurar un cambio de mentalidad a través de procesos de sensibilización y desarrollo de conocimientos en el personal masculino, dando lugar a proyectos transformadores de las desigualdades, capaces de mejorar de manera efectiva la vida de todas las personas, en el marco de una política de género, diversidad e inclusión», explicó el representante de la ONU.

Además de los talleres de capacitación, está coordinando con sus contratistas otras medidas como el diseño de protocolos de prevención y atención, la identificación del personal, así como la colocación de rótulos de contacto para facilitar cualquier denuncia por parte de personas afectadas. 

La Oficina de la ONU ejecuta en Costa Rica una cartera de 200 millones de dólares bajo un nuevo enfoque en materia de infraestructura sostenible de nueva generación, con las premisas de proporcionar innovación, calidad, inclusión, eficiencia e igualdad de género.

Además, como parte de su compromiso para erradicar la violencia hacia mujeres y asegurar la igualdad de género, la entidad asegura que al menos el 10% del personal de proyectos son mujeres y en las nuevas obras aumentará al 40%.

Costa Rica aprobó en el 2020 la Ley 9877 Contra el Acoso Sexual Callejero, que busca garantizar el derecho de todas las personas de transitar y permanecer seguras en espacios públicos, en espacios privados de acceso público y en medios de transporte remunerado de personas. 

Este lunes, como todos los 8 de marzo, se celebra el Día Internacional de la Mujer.

Reportaje elaborado por Danilo Mora / Oficial de Comunicaciones ONU Costa Rica y Sandra Ramírez / Oficial de Comunicaciones UNOPS Costa Rica.

 

 

 

 

 

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