Notipress.- Durante la conferencia matutina del 9 de julio, el presidente Andrés Manuel López Obrador resaltó la relevancia del diálogo en torno a la reforma judicial, pero aseguró, no se reunirá con Norma Piña, actual líder de la Suprema Corte.
AMLO señaló, es positivo se reconozca la necesidad de efectuar modificaciones en este ámbito. “Es bueno que se esté aceptando que hace falta la reforma judicial”, declaró el presidente, quien ve con buenos ojos el debate y la participación activa en este proceso.
En cuanto al método democrático para elegir a jueces, magistrados y ministros, López Obrador indicó, esta propuesta debe ser analizada por el Congreso, pues es parte de sus atribuciones. El presidente reiteró su postura de que es preferible que los nuevos integrantes del Poder Judicial sean recién titulados en derecho, pues podría garantizar una renovación en la impartición de justicia.
López Obrador descartó una reunión con Norma Piña Hernández, titular de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Al respecto, el mandatario expresó su opinión sobre la gestión de la SCJN, cuestionando varias prácticas y decisiones del Poder Judicial.
Entre las críticas, mencionó la falta de defensa del pago de impuestos por parte de empresarios y banqueros. Asimismo, criticó la existencia de fideicomisos que, según él, favorecen privilegios y abusos, y el hecho de los jueces y magistrados ganando más que el presidente, contraviniendo lo estipulado por la Constitución.
No es nada personal”, aseguró López Obrador, mientras reiteraba su llamado a la rendición de cuentas por parte del Poder Judicial.
También indicó que la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, podría reunirse con los ministros para abordar estos temas, dejando claro que él no tiene intenciones de involucrarse personalmente en estas reuniones.
El presidente celebró que el reconocimiento de la necesidad de una reforma judicial esté ganando terreno y reafirmó su creencia en el pueblo mexicano. “El pueblo es sabio y tiene un instinto certero”, afirmó, sugiriendo que la opinión pública y la participación ciudadana son esenciales en el proceso de reforma.