Tegucigalpa, Honduras – Hoy, al cumplirse nueve años del asesinato de Berta Cáceres, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI Honduras) conmemora su incansable lucha en defensa del territorio, los derechos ambientales, de los pueblos indígenas y las mujeres. El GIEI nota que el asesinato de Berta de Cáceres, lejos de ser un hecho aislado, se circunscribe en un patrón de violencia generalizada contra defensores y defensoras del medio ambiente, la tierra y los derechos humanos el continente americano.
A casi una década de los hechos, sigue pendiente la deuda de una justicia y un esclarecimiento completo de los hechos. La identificación y condena de los autores materiales de su asesinato, si bien son avances que deben celebrarse, no culminan la obligación del Estado de Honduras de llevar a cabo una investigación que determine los autores intelectuales y esclarezca los delitos conexos al asesinato. Asimismo, las estructuras financieras y económicas que hicieron posible su asesinato deben responder ante la justicia y la sociedad hondureña.
Además de la investigación, queda pendiente un recorrido hacia las garantías de no repetición y la reparación de las víctimas, familiares y comunidades afectadas. En Honduras, como en muchos otros países de la región, las comunidades indígenas siguen enfrentando la amenaza de megaproyectos que buscan apropiarse de sus tierras y recursos, desplazando poblaciones, destruyendo ecosistemas y atentando contra formas de vida que han existido ancestralmente. En este contexto, quienes defienden estos territorios continúan siendo blanco de agresiones, hostigamientos y criminalización, a menudo con la complicidad de actores estatales y privados.
En su reciente visita a las comunidades de La Esperanza y Río Blanco, el GIEI evidenció cómo la imposición de proyectos extractivos y de infraestructura sin garantías de participación y sin respeto a los derechos de los pueblos indígenas genera escenarios de conflictividad, violencia y graves violaciones a los derechos humanos.
Tanto en sus reuniones con organizaciones de la sociedad civil en Tegucigalpa, así como con los liderazgos y comunidades de La Esperanza y Río Blanco, el GIEI pudo evidenciar que la lucha de Berta no terminó con su vida; su legado resuena en las comunidades que siguen enfrentando el despojo, la persecución y la criminalización por defender sus territorios frente a proyectos impuestos sin consulta ni consentimiento.
Como organismo comprometido con la búsqueda de justicia y verdad, el GIEI reitera su disposición a colaborar con todos los actores involucrados para garantizar que este crimen no quede impune.
El GIEI Honduras fue creado mediante el Acuerdo suscrito por la CIDH, el Estado de Honduras y la parte representante (COPINH y CEJIL) con el propósito de fortalecer la investigación de los hechos relacionados con el asesinato de la defensora de derechos humanos Berta Cáceres y otros delitos y otros delitos conexos, y proponer medidas de reparación y garantías de no repetición. El GIEI Honduras trabajará de manera independiente e imparcial y su mandato, de seis meses, culmina el 14 de agosto de 2025.
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