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Pueblos indígenas de México analizaran la agenda indígena

Líderes reconocidos en sus regiones bosquejaran la situación actual en que viven sus pueblos y plantearan sus perspectivas.

  • Asisten al foro líderes mayas con reconocida trayectoria local, nacional e internacional.

Mérida, Yucatán, México a 12 de julio de 2015.

Bernardo Caamal Itzá y Bernardino Canul Xix, experto y comunicador maya y campesino experto en la producción de semillas de maíz nativo Nal Xoy respectivamente, lideres con reconicida trayectoria en sus pueblos participaran en el encuentro nacional: Agenda Indígena: Evaluación y Desafíos-Alianzas indígenas. Un mismo sendero-. A realizarse los días 14 y 15 de julio en la ciudad de México.

En esta reunión nacional también asistirán otros jóvenes mayas, en donde ellos le darán seguimiento a la presentación de una mirada crítica sobre la situación actual en que se encuentran los herederos de esta ancestral cultura, y por otro se dará un bosquejo de la situación que atraviesan quienes cultivan la milpa maya, la producción y reproducción de sus semillas, sin perder de vista otros factores que les impide desarrollarse como familias desde su territorio.

“Hoy nuestros saberes y lo mismo que las semillas nativas” serán blanco de quienes no solo han manoseado nuestra historia, ahora intentan patentar nuestros recursos del territorio y quienes vivimos en estos lugares debemos conocer el marco legar nacional e internacional que nos respalde en la defensa de nuestro patrimonio, indicó Caamal Itzá.

Hoy ante la pobreza que viven a diario nuestros productores y la gente de nuestra comunidad, se enfrentan ante la amenaza externa, en donde los pretenden dividir en su mismo territorio, y al final sus integrantes terminen por sucumbir ante intereses externos, lo que significa no solo se enfrentan ante riesgos de una violencia sino en el fondo, su expulsión en el territorio- ya que sus hijos terminarán por emigrar y en busca de nuevas actividades, dado que el suyo ya no le es funcional, y eso sucede en el marco de una crisis global, nacional, estatal y local-.

El evento contempla la participación de instituciones del gobierno que informaran sobre su intervención directa con los pueblos indígenas, como la Secretaria de Relaciones Exteriores, con el tema “El papel del Estado mexicano en el fortalecimiento del marco jurídico internacional de los derechos de los pueblos indígenas” la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) ¨políticas públicas implementadas por el Estado mexicano para garantizar los derechos de los pueblos indígenas” entre otros que están estrechamente relacionado a los pueblos indígenas de México.

Asimismo habrá un revisión de temas en referencia a EZLN y los Acuerdos de San Andrés, 20 años después;defensa del territorio y los recursos naturales; situación de las mujeres indígenas en México y los retos por venir; La agenda internacional y la armonización legislativa; representación Política de los pueblos indígenas; las tareas de la LXIII Legislatura.

En este evento nacional participaran dirigentes reconocidos de los diversos territorios y naciones indígenas, y que entre sus hombres y mujeres, estarán de los pueblos Náhuatl, Mixtecos, Zapotecos, P’urhépechas, Ñhañhu, Mayas, Tojolabales, Zotziles, Tzeltales, Mam, Mixes, Mazahuas, Kiliwa, Yaquis, Mayos, Raramuris, Tepehuanos, Zoques, Seris, Triquis, Chontales, Chichimecas, Tenek, Tlapanecos, Mazatecos, Amuzgos, Chinantecos, Choles, Mazatecos, Triquis, Chichimeca, Cucapá, de tal forma participaran delegaciones de 17 regiones geopolíticas del país.

Agenda indígena del siglo XXI, sus retos, desafíos y futuros inciertos.

En el ámbito internacional México se ha empoderado como país progresista, incluyente, donde según esto, los pueblos indígenas han mejorado su relación con el Estado nacional. Sin embargo nada de esto es correcto.

Los pueblos indígenas mantienen vivas sus reivindicaciones emanadas de luchas ancestrales, muchas de ellas como parte de la Declaración de las Naciones Unidas sobre el particular.

La pasada Conferencia Mundial de Pueblos Indígenas organizada por la ONU, dejó en el camino pendientes que van más allá de discursos o buenas voluntades.

Por ejemplo, concluye este año los Objetivos del Desarrollo del Milenio (ODM) y en los pueblos indígenas no se mejoró la calidad de vida, mucho menos un futuro promisorio.

Ahora, después de los ODM se creó la Agenda del Desarrollo Post 15, donde se vislumbran esperanzadoras llamadas de atención que permitan un empoderamiento de los pueblos y comunidades indígenas del país.

Los derechos pendientes son por ejemplo el reconocimiento de los pueblos como sujetos de derecho, una nueva relación de las sociedades originarias con el Estado mexicano, la representación política en espacios de decisión como en el Congreso de la Unión.

El recién 7 de junio concluyó la jornada electoral donde los partido políticos en su gran mayoría impusieron sus candidatos en distritos electorales federales indígenas.

Algunos indígenas lograron brincar los escollos y arribar a la Cámara de Diputados, pero esto fue por iniciativa y lucha propia no como un reconocimiento de pertenencia a un pueblo originario.

En el Palacio Legislativo tendrán que enfrentar otros retos para encabezar alguna comisión a fin de tener incidencia en su trabajo legislativo, en la definición de presupuesto o en las propuestas de políticas públicas para sus pueblos de origen.

Pero la experiencia hasta el momento, nos permite deducir que no estarán en el paraíso. Requerirán del respaldo de sus pueblos y comunidades además de sus grupos políticos.

Dado que México ha hecho compromisos en la ONU, es importante retomar la agenda internacional, partiendo de la experiencia local, regional, estatal y nacional.

La agenda post 15 debe ir más allá en promover sociedades más equitativas asegurando un futuro sostenible

En las negociaciones de la agenda de desarrollo post-2015, efectuada del 25 al 27 de marzo de 2015, el Foro Permanente para Cuestiones Indígenas de la ONU, afirmó que los pueblos indígenas no pueden ser ‘invisibles’.

Durante su intervención, el FP, resaltó los principales temas, y enfatizó la necesidad de reflejarlos en la declaración política y los objetivos, metas e indicadores de la agenda de desarrollo post-2015.

Entre estas prioridades, el FP planteó que se reconozca, proteja y refuerce los derechos colectivos de los pueblos indígenas, en particular el derecho a la tierra, los territorios y los recursos naturales.

Pide además, adoptar medidas para garantizar la participación directa de los pueblos indígenas en todas las consultas, conclusiones y recomendaciones temáticas para que se puedan tomar en cuenta sus opiniones y preocupaciones.

El organismo insta a las Naciones Unidas llevar a cabo una consulta independiente con los pueblos indígenas a nivel regional y mundial como parte integral y esencial de los procesos relativos a la agenda para el desarrollo después de 2015, para lo que plantea su inclusión en las reuniones del Grupo.

Estas preocupaciones van de la mano, porque en la última década, la exclusión y las agresiones contra los pueblos indígenas se han incrementado vertiginosamente.

Aunado a ello, la ausencia de una interlocución directa del Estado mexicano con los pueblos indígenas deja que estemos excluidas de la toma de decisiones lo que ponen en riesgo el futuro como sociedades originarias.

El despojo de territorios, recursos hídricos, aguas, la nula consulta previa, libre e informada, en el otorgamiento de concesiones mineras o eólicas, la aprobación de reformas legislativas contrarias a los intereses nacionales y de los pueblos indios, son ejemplos palpables de la negación de nuestros derechos específicos signados tanto en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos como en los instrumentos internacionales.

De manera contundente el Comité contra la Desaparición Forzada de la ONU, cuestionó en su pasada sesión, a México por la falta de garantías a la población.

En septiembre de 2014, en la Conferencia Mundial sobre Pueblos Indígenas de la ONU, México hizo compromisos de primer nivel con las sociedades originarias.

Entre los compromisos del presidente Enrique Peña Nieto, está el que los pueblos indígenas tienen el derecho a una vida digna, a la autodeterminación, a la incidencia en políticas públicas,  a la consulta previa, libre e informada, pero ninguno de estos puntos se plasma en la realidad.

Es importante recordar que en agosto de 1998, México estuvo por primera ocasión bajo la óptica de la ONU.

En aquella ocasión en gran medida los buenos oficios de la Asamblea Nacional Indígena Plural por la Autonomía (ANIPA), lograron que la Subcomisión de Prevención contra la Discriminación y Protección a las Minorías de la entonces Comisión de Derechos Humanos de la ONU, emitiera una resolución por la Sistemática Violación de los Derechos Humanos en Particular de los Pueblos Indígenas.

Ello propició la visita entonces de Kofi Anan Secretario General de las Naciones Unidas y Mary Robinson, Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU.

Resultado de aquella resolución, es la firma de México con las Naciones Unidas de un Acuerdo de Cooperación Técnica, para el establecimiento de la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, el 2 de diciembre del 2000.

No obstante, los pueblos indígenas estamos descartados en espacios de tomas de decisión para nuestros pueblos y carecemos de una representación política dentro del Congreso de la Unión.

Ante ello, después de un repliegue estratégico, es importante esta reunión de alto nivel para que cada instancia desde sus propios espacios, reafirme su compromiso, unidad y alianza con sus pueblos de origen.

Para nadie es secreto que los pueblos indígenas son de las pocas sociedades que pueden aportar propuestas para la reconstitución del país, en temas como desarrollo, autonomía, seguridad, sistemas normativos propios, liderazgo.

Dado lo anterior se convocó a los liderazgos indígenas con trabajo de base desarrollado en sus respectivos territorios para que asistan a la ciudad de México con el fin de analizar estos y otros puntos prioritarios a escaso tiempo de que concluya los Objetivos del Milenio, los ODS Post 15, reflexionar a casi 20 años, la riqueza del levantamiento indígena y de otros pueblos en Chiapas agrupados en torno al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), revisar los acuerdos de la Conferencia Mundial de Pueblos Indígenas de la ONU de septiembre del 2014.