home Editoriales ¿Cómo prevenir el feminicidio desde una política de seguridad pública?

¿Cómo prevenir el feminicidio desde una política de seguridad pública?

El tema del feminicidio se puso en apogeo desde la demanda social de impunidad en el caso de las muertas de Juárez. Sin duda, en elemento negro en la historia de seguridad y justicia mexicana.

Desde 1993 en Juárez a la fecha se han suscitado más de 700 asesinatos de mujeres los cuales no fueron debidamente investigados por las autoridades competentes. En la gran mayoría no hay una responsabilidad debidamente acreditada, por lo cual la impunidad es la característica distintiva de este fenómeno. Por ello la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos considera al Estado Mexicano como responsable por omisión en la investigación y deslinde de la culpabilidad y su correspondiente castigo para los autores materiales de cada una de esas muertes.

A partir de estos lamentables hechos y de similares en otras entidades es que ha ido tipificando el delito de feminicidio para sancionar, con mayor severidad, los asesinatos de mujeres que se suscitan por razones de género que se manifiesta con la violencia contra la mujer, la violencia sexual, el menosprecio al cuerpo de la mujer u otras que tiene que ver con el sometimiento de la mujer ante la supremacía machista.

Yucatán no es la excepción. En el Código Penal de la entidad se tipifica el feminicidio y en el Congreso se legisla para modificarlo y aumentar los supuestos que lo caracterizan. Por su parte, el Poder Ejecutivo cuenta con un protocolo de investigación para casos de supuesto feminicidio para garantizar que los casos sean tratados como tal y se asegure un correcto deslinde de responsabilidad.

Sin embargo, en los dos últimos años se han presentado casos de feminicidio en nuestro estado que han alzado las voces de que algo se debe hacer para frenarlo. Se entiende que la educación en los valores y el fortalecimiento de la familia y la función de la mujer en la sociedad es base fundamental para cambiar esquemas y paradigmas que menosprecian el papel de la mujer.

Lo que el Estado no puede predecir una conducta asesina. Si una pareja está discutiendo y por razón de la falta de acuerdos el sujeto saca un cuchillo y termina asesinando a la mujer, es claro que tal comportamiento no se puede intuir para un cuerpo de seguridad y actuar antes de que eso suceda.

Lo importante más allá de cualquier apasionamiento es que los cuerpos de seguridad, investigación y la coordinación entre las instituciones ejecutivas con las judiciales, ante casos de feminicidio se actúe con la diligencia para dar con el responsable y que el delito no quede impune.

En los casos que se han presentado en Yucatán se cuenta con condenados, en proceso y otros aún en investigación, todos con la claridad de que no hay una impunidad en el caso de las mujeres asesinadas en tierra yucateca.

El tema del feminicidio es grave y debe ser tratado con responsabilidad tanto por las instituciones que lo persiguen, quienes lo califican y juzgan, como también de la sociedad, organizaciones civiles y medios de comunicación.

Debemos condenarlo en todas sus palabras. Combatirlo con todas las fuerzas.

Pero también debemos reconocer que hay situaciones que se deben prevenir antes. Pero una vez que suceda lo que es inevitable e impredecible, la autoridad ejecute las acciones para el deslinde de la responsabilidad y no quede impune el delito.

Por ninguna mujer más muerte… como asesino quede impune.