Según un nuevo informe de la OCDE, diversos países han utilizado las reformas de política tributaria recientes para reducir los impuestos a las empresas y a las personas físicas, con el fin de alentar la inversión, el consumo y la participación en el mercado laboral; con ello se continúa la tendencia iniciada hace unos años.
En el informe Reformas de política tributaria 2018 (Tax Policy Reforms 2018) se describen las más recientes reformas tributarias realizadas en los 35 países miembros de la OCDE, Argentina, Indonesia y Sudáfrica. En la publicación se identifican las principales tendencias de política tributaria y se destaca que el estímulo económico ofrecido por la política fiscal, que en gran medida incluye la política tributaria, ha cobrado mayor importancia.
Se pusieron en marcha importantes paquetes de reforma tributaria en Argentina, Francia, Letonia y Estados Unidos, con gran hincapié en el apoyo a la inversión y algunas medidas diseñadas para aumentar la equidad. Otros países implementaron medidas tributarias de manera más fragmentada.
En el reporte se analiza la continuación, en todos los países, de una tendencia a recortar la tasa de impuesto sobre la renta empresarial, debido principalmente a importantes reformas llevadas a cabo en varios países con tasas de impuesto sobre la renta empresarial tradicionalmente altas. La tasa media de impuesto sobre la renta empresarial en toda la OCDE bajó de 32.5% en 2000 a 23.9% en 2018. Si bien la tendencia a la baja de la tasa media del impuesto corporativo de la OCDE ha cobrado un renovado impulso en años recientes, las reducciones de la tasa de este impuesto son menos acentuadas que antes de la crisis.
“Varios de los países que implementaron reformas importantes en materia de impuesto sobre la renta empresarial tienen tasas altas y la reforma tributaria llevaba mucho retraso”, dijo Pascal Saint-Amans, director del Centro de Política y Administración Tributaria de la OCDE. “Si bien estos recortes al impuesto sobre la renta empresarial han generado preocupación acerca de si se trata de una “carrera hacia el fondo”, la mayoría de estos países parecen participar en una “carrera hacia el promedio”, pues sus recientes recortes a la tasa de impuesto corporativo ahora los colocan en la parte media del grupo. Vigilaremos de cerca cómo responden otros países a esta tendencia en el futuro.”
Más allá de la reforma al impuesto sobre la renta empresarial, la OCDE identifica varias tendencias comunes de reformas tributarias en su informe de este año. En muchos países se recortó la tasa del impuesto sobre la renta de las personas físicas, sobre todo con el fin de aliviar la carga fiscal para quienes perciben ingresos bajos y medios. Se ha puesto en marcha una estrategia común que consiste en aumentar los créditos fiscales por ingreso de trabajo, lo cual puede mejorar la participación en el mercado laboral y a la vez incrementar la progresividad del sistema tributario.
Las reformas a las aportaciones de seguridad social han sido limitadas en términos generales y estos gastos seguirán representando una fuerte carga para los ingresos laborales de muchos países.
Las tasas del impuesto al valor agregado (IVA) se estabilizaron y en 2018 Sudáfrica fue el único país en el que la tasa estándar de IVA aumentó. Las altas tasas de IVA han orillado a muchos países a buscar maneras alternativas de recaudar IVA adicional, en especial mediante la administración tributaria y medidas contra el fraude.
Se están instaurando nuevos impuestos al consumo para frenar el consumo nocivo, acompañados de continuos aumentos a las tasas de impuesto al consumo de tabaco y de alcohol. Algunas de las reformas más sobresalientes incluyen nuevos impuestos a bebidas endulzadas con azúcar en Irlanda, Sudáfrica y el Reino Unido, y la aplicación de un impuesto a la cannabis en Canadá.
Las reformas a los impuestos relacionados con el medio ambiente se han seguido focalizando en los impuestos sobre la energía, aunque se ha trabajado para abarcar más que el transporte terrestre. Pese a su gran potencial de generar mejoras ambientales, las reformas tributarias no relacionadas con la energía y los vehículos de transporte, como los impuestos sobre los desechos, las bolsas de plástico o los productos químicos, han sido mucho menos frecuentes, se afirma en el informe.
“A medida que las coyunturas económicas mejoren, las elecciones de política fiscal deberán evitar el riesgo de una excesiva prociclicidad y centrarse en fortalecer los impulsores a largo plazo del crecimiento y la equidad”, dijo el señor Saint-Ammans. “También será importante contar con la continua cooperación internacional para proseguir el combate a la evasión internacional del impuesto sobre la renta empresarial, de acuerdo con los compromisos hechos por los países de poner en práctica las recomendaciones y los estándares mínimos acordados en el marco del Proyecto OCDE/G20 sobre la Erosión de la Base Fiscal y el Traslado de Beneficios o BEPS, por sus siglas en inglés( OECD/G20 Base Erosion and Profit Shifting (BEPS) project).