Ha concluido la etapa del proceso electoral que implica el ejercicio de derecho de voto y su conteo con todos los instrumentos preliminares y el conteo distrital. En términos generales podemos afirmar que la jornada fue tranquila, con alta participación ciudadana y más vigiladas por observadores electorales y las redes sociales.
Durante la misma jornada se dieron expresiones de aceptación de la derrota y de reconocimiento, a quien en esos momentos, resultaba virtualmente ser los triunfadores de la jornada electoral.
Es claro que el pueblo voto y decidió por quien se consideró sea la mejor propuesta para gobernar México.
Sin embargo, hay quienes pretenden mediatizar el fracaso con la no aceptación de los resultados en los casos en que perdieron la elección. Algunos de estas manifestaciones de forma violenta en cuanto al ejercicio de derechos de terceros. No es admisible que la frustración conduzca a la sinrazón y de ahí a la afectación de la paz y de la armonía social.
No se descarta que los agraviados recurran a las instancias legales para hacer valer sus derechos, pero sin duda deben estar de acuerdo con las reglas que se ha establecido para cada una de las etapas del proceso legal. Recordemos y seamos conscientes que son los mismos partidos políticos quienes han establecido éstas.
Las elecciones determinan un ganador. Tal y como ha sucedido en este 2012.
La paz y la armonía social es para todos, no permitamos la mayoría que si ejercimos el voto a conciencia y de forma libre y responsable, que otros quieran violentarnos, polarizarnos y dividirnos.
Apostemos a la confianza en las nuevas autoridades. Hagamos que lo que prometieron se cumpla con la vigilancia y el monitoreo de acciones de gobierno.
Si a ellos les va bien, nos irá bien a los demás, inclusive, para los que han perdido.
Al final, el que gana, es México.