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La violencia se cultiva en casa y se consolida en la sociedad

ARTÍCULO DE ENRIQUE VIDALES RIPOLL, DIRECTOR GENERAL DEL CLUB JURIDICO, PUBLICADO EN SU COLUMNA ENRIQUECIENDO LA NOTICIA DE LA REVISTA PENINSULAR

Como parte del análisis que se suscita en la asignatura de Derecho Internacional Privado, impartida por la Abog. Lígia Aurora Cortés Ortega en la Licenciatura de Derecho en el Centro de Estudios Superiores CTM, surgió la necesidad de abrir un espacio para la discusión sobre el tema de los feminicidios, la violencia y el suicidio con especialistas en los temas que permitan a los estudiantes una mejor comprensión, plural e enriquecedora, de lo que sucede en la actualidad en nuestra sociedad

Un hecho indiscutible es que en los últimos dos meses en nuestra entidad ha sido los casos de asesinatos donde la víctima son mujeres, inclusive el caso de una niña que brutalmente fue violada y asesinada con la complicidad de diferentes adultos que participaron y solaparon el crimen. A partir de los acontecimientos grupos de la sociedad civil organizada han alzado la voz para solicitar que las autoridades juzguen a los responsables de estos actos criminales como feminicidas. En la reforma penal del Estado de Yucatán, la legislatura pasada, otorgó al feminicidio la calidad de un delito y lo ha configurado desde la perspectiva de ser causado por la misoginia o el odio de género en contra de la mujer.

Por lo que ha podido trascender en los medios de comunicación sobre el seguimiento de las investigaciones es claro que los múltiples homicidios perpetrados contra las mujeres fueron causados por diversas razones donde no se percibe que hayan sido por odio contra la mujer, elemento esencial para que penalmente pueda tipificarse como feminicidio. Pero tampoco significa que como sociedad nos hagamos de la “vista gorda” e ignoremos un aumento de crímenes que claramente se enmarcan en la violencia familiar y social que hoy caracteriza a la sociedad.

Es por ello, que como futuros licenciados en Derecho, con el compromiso que se debe asumir el ejercicio profesional en favor de la sociedad, el grupo se evocó a organizar una mesa panel que abordará de forma integral esta problemática social. Contamos con la presencia del sociólogo Víctor Chan Martín, fundador de Casa Hogar Maná y promotor de la campaña Lazos por María; la consagrada secular Francisca Cabrera que atiende un hospedaje de señoritas; la Loc. Paulina del Rosario Cetina Amaya, directora general del IEGY, la dip. Elsa Virginia Sarabia Cruz, presidenta de la Comisión de Equidad y Género de la actual legislatura; el Bio Germán Méndez Guzmán, doctor en ciencias sociales y promotor de asociaciones de mujeres en la costa yucateca y la Lic. Alis García Gamboa, fundadora de Salvemos una vida que atiene el problema de los suicidios. Como moderadora la Abog. Ligia Cortés Ortega, Magistrada de la Primera Sala Penal del TSJYUC.

Como puede percatarse se contó con la presencia de los tres poderes del Estado, así como organizaciones civiles de alta calidad moral y reconocido trabajo social, que junto con la visión académica y la perspectiva religiosa, permitió a los asistentes obtener un panorama integral sobre cómo está afectando la violencia a la sociedad.

De forma conclusiva se puede afirmar que la violencia inicia en la casa, en el seno de la familia, donde todos somos responsables de provocar o tolerarla. Pero también hay que reconocer que los hechos violentos que nos rodean al vivir en sociedad al final siempre terminan afectándonos aunque no seamos parte activa de éstos. Es el caso de la tolerancia que nos tenemos hacia los programas de televisión, los comics de anime y hentai que cultivan una violencia que crea condiciones en la psique humana que impide consolidar relaciones sociales sanas.

Resalta el hecho que la mejor forma de impedir la violencia a tomando conciencia cada uno de nuestra participación en la construcción de una sociedad equilibrada, que viva bajo los principios de la armonía y la paz social.

Si le diéramos el justo valor del vivir la vida enfocando nuestros esfuerzos hacia lo que consideramos como bueno para nosotros mismos y para la sociedad, las oportunidades para disminuir los efectos de la violencia extrema que conducen a privar de la vida a otro ser humano o quitarse la vida por propia mano. Seamos conscientes que la lucha entre el bien y el mal nunca va a acabar. Sin querer queriendo es parte de la naturaleza humana, como también, lo es la capacidad de decidir qué camino tomar, por lo que elegir hacia el bien sería la mejor opción.

AL CALCE. Por si alguno más se interesa en el tema, aquí les dejo en vídeo completo el desarrollo de la mesa panel

LAGUNA LEGAL. Como afirmé, la legislatura pasada tipifico como delito el feminicidio en Yucatán. Sólo que se les olvido un pequeño detalle, no lo clasificó como delito grave. En consecuencia, los acusados por esta figura penal alcanza la libertad bajo caución. Por lo tanto la figura es inoperativa si realmente se pretende castigar severamente a los que lo cometen. Para ello es necesario que el delito que cometan contra una mujer siga siendo homicidio calificado.