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La importancia de la buena redacción en documentos legales

Una de las actividades cotidianas de los abogados o especialistas del Derecho en la elaboración de muchos tipos de documentos que, por su complejidad pero sobre todo por los efectos jurídicos que entrañan, se deben cumplir con las mejores características de una redacción moderna y pertinente.

Lo positivo es que el mundo global y tecnológico nos permite contar con herramientas de conocimientos que nos ayudan, a los abogados o a cualquier interesado en la elaboración de los principales documentos legales, de sitios que nos recomiendan las mejores prácticas de redacción y también de su llenado. Un ejemplo de ello es el blog comollenar.com. En dicho sitio uno podrá encontrar sugerencias para diversos escritos como letras de cambio, carta de pago, pagaré, contrato de arrendamiento, recibo y otro más específicos para circunstancias especiales.

Lo más básico que un abogado no debe olvidar de los documentos legales es la precisión de la fundamentación y motivación. Es decir, del argumento sustentado en los marcos legales y jurídicos del cual se desprende la acción que se reseña en el documento, así como también de los hechos pertinentes que complementan, de manera integral, el contenido de un escrito.

¿Cuántas veces no se ha caído una actuación jurídica por no saber precisar bien la fundamentación y la motivación en detrimento de la óptima defensa de un cliente? Al final, somos los abogados los que vamos perdiendo la credibilidad en el profesionalismo que nos impacta en la mediatización de la imagen pública.

No debemos soslayar que muchos documentos cuentan con estructuras lingüísticas formales y sacramentales, que sin esas formas de expresión le restan la fuerza de obligatoriedad. Ejemplo de ello es el pagaré. Si en el documento correspondiente no se incluye la palabra “PAGARÉ” y el reconocimiento de se debe pagar “SIN CONDICIÓN” resulta tan importante como incluir debidamente todos los elementos que lo conforman. Faltando esas estructuras resulta inviable la fuerza jurídica del documento.

Es esa razón, los abogados deben por siempre encontrar los mecanismos de conocimientos y de consolidación de la habilidad de escritura para no errar en la elaboración de los documentos legales.

Lamentablemente en muchas de las universidades y escuelas de Derecho en el mundo se preocupan en el mejoramiento del lenguaje escrito de los abogados. Parten del supuesto de que esa preparación ya es intrínseca por el curso de la formación académica de los estudiantes de nuevo ingreso. Sin embargo, es necesario destacar que el campo de las leyes, por las propias características de la información, su análisis y estructura se cuenta con un panorama específico de estructuras de construcción de documentos escritos que debe ser fomentado en la preparación de los textos legales.

No por esa realidad los especialistas del derecho se deben desajenar de la obligación que requiere el desarrollar la capacidad de mejorar la comunicación escrita. Esto se vuelve una necesidad que se debe explorar y como dicen los expertos de la comunicación que la única manera de mejorar la escritura es leyendo y escribiendo, leyendo y escribiendo.