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La abogacía genera mucho estrés, en nuestra manos su disminución

La abogacía es un ejercicio profesional, que comparte con otros, la posibilidad de generar un alto estrés por las presiones de los casos y de las situaciones que a diario, de forma cotidiana, se viven, comparten y solucionan.

Algunos investigadores insisten en la caracterización de un síndrome al cual han llamado Burnout, aunque tal idea no está siendo totalmente aceptada en consenso general por los especialistas de la salud mental.

¿Qué es el síndrome de Burnout?

Los defensores de su existencia afirman que el síndrome se caracteriza por un progresivo agotamiento físico y mental que afecta la motivación hacia las tareas realizadas o a realizar. Esto conlleva a un cambio de actitud en el comportamiento de quienes lo padecen, generando malos modales o mal trato hacia los demás.

Se afirma que la frecuencia de aparición del Burnout se relaciona con el trato de situaciones conflictivas que desgastan el ánimo y formentan el estrés. Es más frecuente en el caso de los médicos y de los propios especialistas de salud mental, así como cualquier otras profesión que se relaciones con el análisis y resolución de complejas situaciones conflictivas humanas.

Tal es el aso de los abogados que se dedican a temas tan complejos y humanos como los problemas familiares, de los trabajadores y de las situaciones penales. Aunque se insiste en la habilidad profesional de saber diferenciar los casos de la vida personal del abogado, no hay ninguna duda que somos humanos y, como tal, nos afecta lo que sucede a nuestro alrededor, aún cuando seamos muy ajenos o estemos plenamente desvinculados emocionalmente de los hechos.

¿Qué podemos hacer al respecto?

Lo primero es no negar nuestra propio sentido de humanidad que está por encima del profesionalismo y el correcto manejo ético de nuestras emociones. Como seres humanos reconozcamos que podemos sentir y sufrir por lo que pasa a nuestro alrededor.

Pero lo importante es que no olvidemos que tenemos la responsabilidad profesional y moral, sin excluir las observancias legales del ejercicio profesional, de conducirnos con probidad y a la altura para dar una resolución efectiva a nuestro cliente.

Sin embargo, es necesario en ocasiones contar con instrumentos o estrategias adicionales que nos ayuden a disminuir el estrés derivado del ejercicio profesional. Dormir el tiempo adecuado, es una da las principales recomendaciones que debemos acatar. Tal vez con la ayuda de aceites esenciales para ayudar a dormir nos permitamos gozar de un mejor tiempo y condiciones de sueños y con ello reparar las energías que nos ayuden a disminuir significativamente el estrés.

Con estos aceites para aliviar el estrés estaremos más abiertos mentalmente para abordar con la tranquilidad y profesionalismo los retos de problemas a los cuales nos enfretamos.

También es necesario contar con espacios para darnos una oportunidad a nosotros mismos de reconocer nuestra importancia como personas. Tal es el caso de contar con un hobbie o pasatiempo que nos distraiga de la dureza de la vida cotidiana. Algunos recomiendan el ejercicio o la practica de un deporte. Muy útiles para desahogar energía innecesaria o renovarla por algo más positivo que destructiva.

Si uno tiene familia, dedicarle un tiempo de sana convivencia también ayuda para que nos demos cuenta de las verdaderas prioridades ante la vida.

En fin, ha pesar de la gran presión profesional, queda en manos de nosotros mismo buscar la mejor estrategia para estar en paz con uno mismo y con los demás.