Uno de los temas que preocupan a todas las corporaciones o asociaciones civiles, mercantiles y de gobierno es la destrucción de documentos. Un documento es un instrumento que recaba los hechos que se suscitan y marcan la vida de aquellas. Es un escrito en papel u otro tipo de soporte con que se prueba o acredita una cosa, como un título, una profesión, un contrato.
El crecimiento de las ciudades y la expansión industrial y comercial, aspectos que evidencian el desarrollo social de los grupos humanos, ha aumentado el nivel del uso del papel. Algo irónico con el avance de la tecnología que no ha propiciado que el papel desaparezca, como algunos había pronosticado algunos años atrás. De hecho, se sigue usando para quedar en claro los contratos, operaciones financieras y otras actividades de las cuales se espera constancia y acreditación de su celebración. Ese uso de papel representa el 40 por ciento de madera talada, lo que representa una destrucción de recursos de forma no sustentable.
La legislación sobre el tema varía de país a país dependiendo de las normas relacionadas con la información, la transparencia, la rendición de cuentas y el archivado de escritos para determinados objetivos o hechos a documentar. En España se cuenta con la Ley Orgánica 15/1999 de Protección de Datos de Carácter Personal que establece que una vez cumplida la prestación contractual los datos personales pueden ser destruidos. En el caso de México la obligación fiscal de los sujetos obligados al pago de impuestos debe conservarse por cinco años la documentación comercial de la empresa.
Pero pasado ciertos hechos y tiempos establecidos en las leyes nacionales, los documentos prescriben y dejan de tener la validez jurídica. Por lo cual, los archivos de esos escritos representan un costo en el almacenaje para la empresa.
¿Qué alternativa tenemos?
Una de ellas es la destrucción de los documentos obsoletos, que prescribieron o que ya no cuentan con interés jurídico su conservación. Si el volumen de ese exterminio es mayor de lo que se puede procesar internamente, se puede contar con empresas especializadas para la encomienda. Tal es el caso de allsafedocuments.es. Una empresa española que ofrece una manera sistemática, confiable, pero, sobre todo, ecológica para ejecutar esa tarea de liquidación del archivo viejo y arcaico.
Es importante que no pasemos por alto la legislación local aplicable en materia de información y la destrucción de documentos. Cumpliendo los requisitos legales se tiene el derecho de la aniquilación documentaria. Contar con una empresa se dedique nos facilita no solo esa tarea, sino que también nos permite contar con una eliminación sistemática, con la opción de que se pueda reciclar ese papel añejo. Con lo cual contribuimos a preservar los recursos naturales y lograr un desarrollo sustentable que mejore las condiciones en favor del medio ambiente del planeta.
Así, que si vives España, puedes contactar a la empresa mencionada para solicitar un presupuesto y contribuir con el medio ambiente en una tarea que de una u otra forma deberás hacer.
Si no eres de España, aquí hay una oportunidad de emprendimiento para desarrollar esquemas