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Derechos Humanos y Covid-19, la evolución que viene

Corría los años de 1780’s en Francia cuando se presentó una renovación de mucha importancia para la posterior evolución de la cultura occidental hasta el día de hoy. Con la Revolución Francesa se vino abajo el sistema político sustentado por la monarquía para dar paso a la consolidación de los derechos civiles y políticos al otorgar estos a los ciudadanos. Fue la caída del poder absoluto depositado en una sola persona para crear instituciones y marcos jurídicos mucho más claros en cuanto a los derechos de los pueblos y del gobierno. El afianzamiento de un pacto entre ambas entidades de la sociedad sobre las cuales se ha fundamento los sistemas políticos del mundo occidental.

Desde el punto de vista documental e histórico, fue la DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS DEL HOMBRE Y DEL CIUDADANO aprobada por la Asamblea Nacional Constituyente francesa el 26 de agosto de 1789, el primer documento donde se asientan y reconocen los derechos políticos y sociales de los ciudadanos, con los cuales se le otorga un estatus de persona con derechos y obligaciones que deben ser protegidas ante las decisiones y acciones de un gobierno. Con este hecho inicia la historia de los DERECHOS HUMANOS.

¿Qué son los DERECHOS HUMANOS?

Se consideran como los derechos fundamentales que las personas poseen por el simple hecho de nacer, que son obligatorios su reconocimiento por los gobiernos de los estados y que buscan proteger la integridad física, política y social ante cualquier decisión contraria a principios y valores que las autoridades emprendan contra los ciudadanos.

Los estudiosos de los DERECHOS HUMANOS reconocen en estos hechos la primera generación de éstos en la cultura jurídica del mundo. Otorgaron un estatus a la persona jurídica de los ciudadanos frente al Estado y al mismo tiempo la obligación del segundo de hacer valer las garantías jurídicas que sostengan el respeto a los DERECHOS HUMANOS de sus conciudadanos.
Pero la humanidad enfrentaría un nuevo reto cuando en el año de 1929 se colapsa la economía mundial. Desde años atrás se había consolidado el sistema económico que consideró el “capital económico” sin reflexionar sobre otros factores como el humano en el funcionamiento de este. La desigualdad de la riqueza provocó un gran cisma que obligó a los sistemas de gobierno a reconocer el valor de la clase trabajadora, sus derechos laborales y de vivienda, así como también, la responsabilidad del gobierno en la búsqueda de equilibrio económico que fortalezcan la justicia social y la equidad. Apareció, entonces, la segunda generación de DERECHOS HUMANOS, los económicos.

Sin embargo, se suscitó otro gran acontecimiento y un nuevo reto para todas las naciones, la II Guerra Mundial. Provocado por ambiciones imperialistas tanto en Europa como Medio Oriente la crisis bélica escaló al exterminio de pueblos como lo hicieron los nazis en el llamado holocausto judío y también Japón contra los pueblos orientales a los que dominó. Como consecuencia de la toma de conciencia de estos hechos y atrocidades, los países se congregaron y constituyeron una alianza internacional para velar que la historia bélica y sus crueldades nunca volvieran a repetirse.

De esta forma nace la Organización de las Naciones Unidas que emite en el año de 1948 la DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS. Con ello se instaura los valores de solidaridad y cooperación internacional. Así como también, se van a construir convenios internacionales que como reglas generales ayuden a los gobiernos nacionales a ir solucionando las diferencias y problemas con base a los principios de paz y convivencia. Lo que se reconoce como la tercera generación de DERECHOS HUMANOS.

Pero ahora estamos ante un nuevo reto global que ha venido a trastocar la vida social, política y sobre todo la económica. La aparición de una nueva cepa de coronavirus conocida como COVID-19 nos está imponiendo una serie de medidas que vienen a vulnerar los principales derechos humanos que en tiempo atrás se habían conquistado. Hoy no podemos ir a trabajar de manera libre porque muchas fuentes de trabajo están cerradas y con ello el desempleo será un gran problema en los próximos meses en la medida que la pandemia no pueda ser contralada.
También estamos sufriendo del atentado contra nuestra libertad de movimiento ya que se ha sugerido un confinamiento de las personas en sus hogares con la debida limitación de asistir a espacios públicos. Eventos deportivos y culturales han sido cancelados. Las clases han sido suspendidas. Muchos derechos que hoy son violentados en aras de proteger la vida e integridad de los individuos. Aunque se entiende y se justifican las medidas, también debemos estar conscientes que hay circunstancias que constituyen abusos por parte de las autoridades. Pero hasta cierto punto se han excusado por la emergencia sanitaria.

Esto nos lleva visualizar que viene una nueva evolución en cuestión de DERECHOS HUMANOS.

Hoy nos damos cuenta de la importancia de la salud en la preservación de la sociedad y todos sus procesos políticos, sociales y económicos. Aunque así se ha reconocido en tiempo atrás, ni los gobiernos ni la sociedad les habían dado importancia a los sistemas de salud y sobre todo la prevención y el control de las enfermedades. Sin embargo, hoy con la globalidad y la interconexión social, política y comercial la movilidad es muy amplia y el intercambio físico entre los individuos como entre las naciones es muy intenso, por lo cual, lo que pasa en una nación como el surgimiento de una enfermedad es muy fácil la transmisión y propagación a otra.

Hoy por la carencia en la inversión pública y de investigación en materia de salud y control de epidemias, así como de protocolos de atención y tratamiento, nos está cobrando una factura muy cara.

Ahora se corre a mucha velocidad en el fortalecimiento de los sistemas de salud. Los gobiernos, dependiendo de sus capacidades y áreas de competencia establecen medidas para controlar no solo la enfermedad sino también todo el sistema económico que ha sido suspendido y estancado. Queda claro que SIN LA SALUD NO PUEDE EXISTIR SOCIEDAD.

Aunque es muy temprano para ver efectos inmediatos de esta evolución, es muy claro que una vez que pase la emergencia médica será necesario impulsar y ampliar el derecho de la salud como un DERECHO HUMANO fundamental para el fortalecimiento y funcionamiento de la sociedad. No solo será una tarea del gobierno, sino que es una responsabilidad compartida por todos los sectores de la sociedad. Así como también, de una corresponsabilidad en la inversión pública entre las naciones.

Estamos, por lo tanto, en la cercanía de impulsar una nueva generación de DERECHOS HUMANOS, los que se relacionan con la salud pública como eje fundamental de los sistemas social, político y económico.