Han pasado 24 años desde que el nombre de Alma Chavira Farel cimbrara al país y retratara nuestra sociedad de cuerpo completo. Aquella niña brutalmente asesinada en Ciudad Juárez, Chihuahua sería la primera de una larga lista de feminicidios de la que hoy, ni siquiera podemos tener un número exacto. El problema nunca estuvo exclusivamente en Chihuahua, ni se mudó a Ecatepec, Estado de México. El problema siempre vivió en lo más profundo del seno de nuestra sociedad, y se alimenta de la impunidad y la indiferencia de quienes nos gobiernan, en Puebla, Veracruz, Zacatecas, Queretaro o cualquiera otra entidad; la experiencia arroja que hasta hoy, en todos los estados donde se ha declarado la Alerta por Violencia de Género, pero también en aquellos en los que no se ha declarado. La violencia feminicida continúa cobrando y en aumento, su cuota de muerte.
Hoy que México atraviesa por la crisis más severa de derechos humanos de que tenemos memoria en nuestra historia independiente, son las mujeres quienes ven más vulnerado su derecho a vivir sin violencia. Ellas son condenadas a acostumbrarse a la permanente hostilidad que este país les ofrece. Y mientras sigamos viendo el acoso callejero, la violencia política o la feminización de la pobreza, como problemas aislados y particulares, no podremos ver y menos enfrentar la discriminación, la violencia y la desigualdad de género; esa terrible crueldad e injusticia que se llama violencia de género, cuyo rostro más brutal es el feminicidio.
Es por esto, que la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM) no puede ser esgrimida como instrumento político, ni ser pretexto para discursos plagados de demagogia; sino como una medida emergente que con responsabilidad del Estado se implementa a cabalidad,para corregir una situación que está dañando al país en su conjunto. Porque de no ser así, siete mujeres seguirán siendo asesinadas cada día.
El Gobierno federal debe dejar su mezquindad y enfrentar este problema con la responsabilidad y sentido de urgencia que esta grave situación amerita, porque la ola de feminicidios que azota al país no desaparecerá maquillando las cifras.
Ante este escenario alarmante, el Partido de la Revolución Democrática hace un enérgico llamado a que se emita la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres en cada una de las entidades federativas, implementándola responsable y adecuadamente, con acciones, estrategias, políticas públicas, protocolos y programas que verdaderamente estén encaminados a erradicar el problema de la violencia feminicida, porque esta violencia se agrava con el concurso de la violencia institucional que prohíjan la omisión e indiferencia de los gobiernos en todos los órdenes. Exigimos justicia para cada una de las mujeres que hoy le hacen falta a nuestro país. Su partida no será, no para nosotros, un número más.
Convocamos a la conformación de un plan de acción nacional interinstitucional e interdisciplinario, que contemple medidas legislativas y acciones de gobierno, que le hagan frente a la violencia de género de manera contundente, conscientes de que su plena erradicación pasa por la prevención y la educación en su más amplia acepción cultural.
Porque hace un mes fue Mara, el lunes fue Cinthia y seguramente antes de que termine la semana algún otro caso nos hará estremecernos y recordará que cada mujer asesinada es la vergüenza de un país, que tiene una deuda pendiente con las mujeres que ya no están y con las que en cualquier momento pueden ya no estar…
¡Exigimos cumplimiento puntual y exhaustivo de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia!
#NiUnaMenos
Democracia ya, patria para todas y todos
Comité Ejecutivo Nacional del Partido de la Revolución Democrática