home Editoriales El acoso y abuso sexual no son casos frívolos

El acoso y abuso sexual no son casos frívolos

En los últimos días se ha dado a conocer supuestos casos de acoso y abuso sexual en el medio artístico nacional denunciado por las supuestas víctimas. Un caso que como sociedad nos debe mover en la conciencia por la gravedad de aprovecharse de la oportunidad para obtener un beneficio sexual de quienes no ven el valor de la mujer y el talento por encima del cuerpo.

Sin embargo, llama mucho la atención que las acusaciones surgen en un show más mediático que institucional o legal. Lo que aparente más un juego de intereses en la lucha y competencia en los medios de entretenimiento que una intención de lograr la verdad, y con ello, a la aplicación de justicia que implica la no impunidad, el castigo al responsable y la reparación del daño, como elementos fundamentales.

Lo que se dice en los medios, queda en los medios. Pero constituye potencialmente en una presunción de culpabilidad sin que se le sigua un proceso judicial claro y pertinente para el deslinde de las responsabilidades. Sin el cumplimiento de esos aspectos estamos en el peligro que todo caiga como una calumnia e infamia que lastima la integridad social y moral de los señalados como responsables de estas conductas ilícitas.

Lo que a veces criticamos y no le vemos sentido como es el caso del principio de debido proceso, hoy no se está cumpliendo. Lo que propicia un linchamiento público y mediático sin tener más base que la exposición oral de una persona que se dice víctima sin aportar más pruebas que su dicho.

No es una defensa de los presuntos responsables. Pero sí un llamado a que la persona que sienta una agresión sexual acuda a las autoridades para denunciarla y se abra el proceso de investigación y judicial que aclare los hechos y deslinde la responsabilidad.

El tema del acoso y el abuso sexual es muy serio y debe ser tratado dentro de la institucionalidad y marcos legales en la materia. No se debe convertir en un tema de frivolidad, de chisme, cuchicheo y pleito de verduleras, por decirlo de alguna manera.

Desde este sitio y con estas palabras queremos manifestar nuestro repudio a la denigración sexual de la persona humana. No hay ningún pretexto ni justificación para faltarle el respeto a la mujer.